Se inventaron para dejar de fumar y que los consumidores no tuvieran la constante exposición a la nicotina del cigarro tradicional, con el principal argumento de no hacer daño a la salud, según sus fabricantes; sin embargo, estudios recientes indican que los cigarros electrónicos también tienen un impacto en el sistema respiratorio, tanto que en días recientes ya fueron prohibidos a la venta en San Francisco, en EU.
Los cigarros o cigarrillos electrónicos fueron desarrollados en China en 2004; para que funcionen, utilizan una pequeña batería que calienta una solución que la convierte en vapor. Los principales líquidos que contienen son: propilenglicol (70 por ciento), glicerina vegetal (20 por ciento), nicotina en diferentes dosis (entre 1 mg y 54 mg/ml), sabores y en algunos casos, aromas.
Mientras que un cigarro tradicional contiene más de cuatro mil sustancias, la mayoría tóxicas, de las cuales 30 por ciento son cancerígenas, aún con la diferencia, diversas investigaciones indican que a la larga, los electrónicos también hacen daño.
Los fabricantes argumentan que los también llamados “ECIGS” o “vaporizadores”, son menos perjudiciales, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un reporte de 2014, señala que hay suficiente evidencia para indicar que el vapor que liberan no es lo suficientemente inocuo.
En definitiva, quienes consumen cigarros electrónicos, están expuestos a menor escala a los efectos perjudiciales, sin embargo, como contienen nicotina, como los tradicionales, generan adicción, a largo plazo probabilidad de enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón.
Para que nos demos una idea del daño que pueden causar, en EU en 2013, los centros hospitalarios recibieron cerca de mil 500 llamadas de emergencia por envenenamiento con ECIGS.
¿Moda, o un sistema para dejar de fumar?, cualquiera que sea la respuesta, no parece indicar que la gente deje el vicio, finalmente se está llevando un cigarro a la boca.
Además de San Francisco, Argentina prohíbe desde 2011, la importación, distribución, comercialización, incluso publicidad de los cigarros electrónicos.
En México, la British American Tobacco lanzó un producto para promoción en línea, hasta el momento sin el aval de la Cofepris, incluso la Ley General para el Control del Tabaco en su fracción VI de su artículo 16, prohíbe comercializar, vender, distribuir y exhibir cualquier objeto que lo identifique con producto del tabaco, aunque no se trata de la única empresa que los oferta, sólo basta poner “cigarros electrónicos” en el buscador y aparece una variedad de productos.
Al respecto, organizaciones civiles solicitan a las autoridades sanitarias, regular su venta y distribución por redes sociales, con el propósito de evitar daños a la salud, en especial entre los adolescentes.
