A pocos días de iniciar formalmente la temporada de pitayas en la región Mixteca, en el centro de la ciudad ya se pueden observar a los campesinos ofreciendo las tandas de este fruto exótico que actualmente se ha convertido en una joya para los comerciantes y para quienes la consumen.
“Este año las lluvias que cayeron en febrero y marzo allá por Chazumba, ayudaron a que la fruta creciera más rápido, por eso ya se pueden ver a algunos productores en las calles y banquetas ofreciendo la rica pitaya de mayo. Soy de San Juan Joluxtla, un pequeño pueblo donde también hacemos nuestra fiesta de la pitaya y preparamos diferentes alimentos con esta rica fruta ancestral”, cuenta don Jerónimo.
Mencionó que actualmente en la zona pitayera han llegado diferentes estudiantes e investigadores para capacitar a los productores e informar a los habitantes sobre la importancia de consumir esta fruta, la cual contiene más del 80 por ciento de agua por cada 100 gramos, bajo contenido calórico, vitamina C, hierro, calcio y muchos antioxidantes que ayudan al cuidado de la piel, principalmente en lugares desérticos.
“Nuestros antepasados vivían muchos años porque consumían el maíz criollo, la pitaya, la jiotilla, el garambullo, las tetechas, las ciruelas y muchas frutas que se dan en la región y que ahora sabemos que hacen maravillas en el cuerpo humano. Nosotros cada año durante la temporada no dejamos de comer pitayas, hacemos agua, tortillas, mole y hasta se puede congelar con todo y cáscara, sólo le pones un palito y ya tienes una rica paleta natural de pitaya”.
Don Jerónimo recomienda comer todas las pitayas posibles en la presente temporada, principalmente la gente que sufre padecimientos como diabetes, anemia o enfermedades del corazón, ya que hasta la fecha las investigaciones sobre este fruto siguen arrojando resultados beneficiosos para la salud.
