Los destinos ecoturísticos como los que existen en Oaxaca, deben priorizar la preservación del medio ambiente a la oferta turística, opina Jesús Antonio Luna Pineda, experto en el tema.
Entrevistado en el marco del VII Simposio de Ecosistemas de Montaña en México, manifiesta que las comunidades deben darse cuenta de la importancia del cuidado de la naturaleza.
Sin embargo, sostiene que en la entidad se carece de una legislación acorde a las necesidades de las poblaciones con riqueza natural, dado que los actores (políticos) no han mostrado interés en su defensa.
“Si empezamos a traer mucha gente a los destinos y se crea mayor infraestructura para albergar a decenas, luego cientos y después miles se dejará a un lado el fin fundamental que es la preservación”, dice.
El experto en Ciencias de la Tierra enfatiza que los habitantes deben aprenden a generar ingresos sin transformar el ecosistema, “se tienen que involucrar a la gente y minimizar a los agentes externos”.
Pineda alerta que de continuar con el descuido de zonas ricas en naturaleza, se corre el riesgo de que se incremente la deforestación y el daño irreversible como ocurren en otras entidades.
“El ecoturismo debe ser de bajo impacto para evitar daños al medio ambiente, pero eso no significa que se caiga la derrama económica, para eso deben diseñar estrategias que les aseguren visitantes”, reitera.
Abunda que los visitantes a las zonas ecoturísticas deben ser verdaderos “amantes de la naturaleza”, porque son quienes están más comprometidos con el cuidado del medio ambiente.
En Oaxaca debe existir una conjunción entre legislación adecuada que proteja el medio ambiente y una óptima infraestructura para no afectar a lo que realmente interesa, “las comodidades deben ser mínimas porque el contacto es con la naturaleza”.
“Tal vez tengamos la ley de protección a la biodiversidad pero es algo muy pobre, aunado a que no hay una preocupación por aplicarla, sumado a que las instancias de gobierno se enfocan más al servicio que a la preservación”, lanza.
