La escritora Mónica Beltrán Brozon aborda en sus libros la gravedad de temas como el descuido al medio ambiente y el fenómeno del acoso escolar en México.
Luego de la presentación de la reedición de la trilogía J.J Sánchez con obras como “El último sábado fantástico”, “La turbulenta travesía del alacrán” y “El cocodrilo que lloró de noche”, destaca que la temática central es amistad, lealtad y la aventura, pero con énfasis en la conservación ambiental.
“Aquí el malo en esta ocasión es un traficante de especies, pero se aprovecha para abordar la tala de los bosques, un tema de conservación que nos atañe y preocupa a todos los mexicanos”, expone.
Beltrán Brozon es considerada como una de las más importantes escritoras de obras infantiles, al tener todo un compendio de ideas y valores que se ven expresados en fantásticos libros.
Explica que su última obra Dead Doll es una historia sobre el acoso, cuya historia aborda a una chica que abusa, pero de repente muere y tiene que pasar una semana en el cuerpo de la chica a la cual molestaba.
“Es toda una historia de empatía para ponerse en los zapatos de la otra persona y lograr un crecimiento, reflexionar con una narración llena de humor”, subraya la autora de literatura infantil y juvenil.
Abordada en el marco de su participación en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) 2018, habla también de Sombras en el arcoíris, cuya obra trata acerca del tema de la diversidad sexual.
“Sombras en el arcoíris surgió a partir de la indignación que me provocaron las marchas de los contingentes conservadores contra el matrimonio igualitario; es un tema que me preocupa y mucho”, sostiene.
Resalta que es la primera historia con temática de diversidad sexual, dirigida a niños pequeños que se publica en el país, en una editorial grande, el FCE; “estamos en el 2018 y hasta es ridículo que sea el primero, cuanto todos deberíamos estar hablando sobre eso”.
Brozon aborda el tema de los smartphone y las tabletas electrónicas con mucho énfasis, dado que es algo que no solo resulta un problema para niños y jóvenes, sino abarca a personas adultas.
“Yo creo que es algo que nos atañe a todos y más cuando ya nacen con toda esta tecnología, pero no creo que la tecnología los aleje de la literatura, porque se siguen vendiendo más los libros impresos que electrónicos”, sostiene.
La idea es convertir a los niños en adultos lectores, pero también al tiempo de usar la tecnología hacerle un espacio a los libros, porque esa experiencia de recrear una historia, no te la da nadie, subraya la autora de Las princesas siempre andan bien peinadas.
