Durante este fin de semana, los participantes a una conferencia dentro de la DEF CON 26 –una convención anual de piratas informáticos– demostraron que el sistema de electoral de Estados Unidos era tan vulnerable como quitarle un dulce a un niño o más bien deberíamos decir, como si un niño que le robara un dulce a un adulto. Y eso fue exactamente lo que sucedió.
Un niño de 11 años cambió los resultados electorales en una réplica de la página web que muestran los resultados electorales de Florida en tan sólo 10 minutos.
En una competencia que enfrentó a 39 niños, de entre 6 y 17 años para ver quién podía piraterar la réplica de los sistemas de seis Estados de Estados Unidos, 35 de los 39 participantes lograron completar el “exploit” y consiguieron manipular las cuentas de los votos, los nombres de los partidos y los nombres de los candidatos en únicamente en 30 minutos.
Los participantes de la DEF CON descubrieron que los sistemas de votación se ejecutan bajo certificados SSL –claves de cifrado que están destinadas a crear conexiones seguras– eran los más vulnerables y que se podían hackear con facilidad.
Los pequeños también demostraron más vulnerabilidades en el sistema electoral, ya que lograron borrar las tarjetas de memoria de una recreación de la interfaz de las máquinas estatales de votación en 5 segundos y reemplazar la paleta votación, así como sobrecargar el sistema con votantes falsos para que la boleta real se vuelva inútil.
Más allá de que se trate de pequeños jóvenes talentosos, la DEF CON acaba de demostrar el riesgo real de que alguien con habilidades técnicas y malas intenciones puede alterar los resultados electorales del país vecino de manera muy, pero muy sencilla. Ni importa si son los rusos, los coreanos o un niño de 11 años que luego de alterar los resultados sale a jugar con toda tranquilidad al jardín trasero de su casa.
