Aunque Oaxaca pasó a “panzazo” en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2017 en comparación con el año anterior, aún se mantiene el autogobierno en el penal de Santa María Ixcotel y el de Tehuantepec, así como diversas deficiencias registradas en materia de salud y reinserción social.
Sin embargo, en comparación con registros de años pasados, Oaxaca logró superar la calificación reprobatoria que mantenía en la mayoría de los centros de reclusión evaluados por el organismo nacional.
Con una calificación de 6.03 en 2017, de 5.25 en 2016, Oaxaca mejoró algunos rubros de los centros penitenciarios que suele calificar la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) cada año.
De los cuatro centros supervisados: Ixcotel, Miahuatlán, Tehuantepec y Femenil de Tanivet, los dos primeros presentaron focos rojos con una calificación de 5.20 y 5.77, mientras que los dos últimos pasaron con focos amarillos con 6.44 y 6.72, respectivamente.
A pesar de haber pasado del foco rojo en 2016 a foco amarillo en 2017 en aspectos generales, Oaxaca mantiene rezago en las condiciones de gobernabilidad, en estancia digna y reinserción social, que de manera específica mantienen números rojos.
En el caso de la Penitenciaría General del Estado, de Santa María Ixcotel, éste registró una sobrepoblación con 1014 personas privadas de su libertad en 2017, cuando la capacidad en el inmueble debe ser de al menos 850.
En este centro la CNDH encontró sobrepoblación, hacinamiento, deficiencias en servicios de salud, insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los Derechos Humanos, así como deficiencias en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento.
El organismo también encontró deficiencia en higiene de área médica, cocina, comedores y alimentación, además del autogobierno que se genera por la falta de normatividad que rige al centro penitenciario, la insuficiencia de personal de seguridad y custodia, así como presencia de actividades ilícitas.
Autogobierno, uno de los mayores males
En el Diagnóstico que se dio a conocer hace unos días, la CNDH señala que en el penal de Santa María Ixcotel hay presencia de extorsión y sobornos y falta de capacitación del personal penitenciaro.
Mientras, en Tehuantepec, que tuvo foco amarillo, se percibió también el autogobierno, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, así como deficiencias en la higiene en cocina, área médica y comedores.
En el centro de reclusión femenil de Tanivet, la CNDH asegura que no hay autogobierno, pero sí falta de normatividad que rige al centro, además de deficiencias en los servicios de salud y en la alimentación, que ha sido una constante cada año.
En el penal de Miahuatlán, que también tuvo foco rojo, se encontró falta de normatividad, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, falta de capacitación de personal penitenciario, deficiencias para la imposición de las sanciones disciplinarias.
