Apocalipsis ¿now?
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Apocalipsis ¿now?

 


Como hemos comentado, en 2009, hace once años, la Organización Mundial de la Salud alarmó al mundo al anunciar una pandemia por influenza (virus H1N1), misma que causaría un exterminio poblacional de proporciones monstruosas: moriría la cuarta parte de los seres humanos: 1,750 millones de personas, la mayor cifra en toda la historia. Con datos de la propia OMS, diez años después, en 2019, sólo habían fallecido 12,469 personas en todo el mundo por ese virus, la mayoría en edad superior a los 65 años, es decir, en edad avanzada, segmento de suyo, vulnerable.

Habiendo pasado la histeria y pánico, a la ONU y sus agencias no les ha quedado materia adicional para predecir desastres en salud. En los últimos días se anuncia el brote en Wuhan, China, de otra afección: el Coronavirus, con síntomas parecidos a los de la influenza común o estacional, según el Director de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional. Varios medios de comunicación en México han recogido el tema y han empezado a causar inquietud y psicosis entre la población. Lo que se sabe es que, como toda infección viral, no hay medicamento específico ni vacunas.

La ONU y muchas organizaciones no gubernamentales, así como los lobbies ambientalistas, se han dedicado en los últimos lustros, a anunciar una catástrofe mundial, primero por el “calentamiento global”, que, al ser insostenible, cambiaron la terminología por “cambio climático”, prediciendo también millones de decesos y daño irreparable del medio ambiente. Se ha utilizado el ejemplo de los incendios forestales en Australia, Brasil y en California, sabiéndose que en mucho son catástrofes causadas por el hombre o por efectos naturales en las temporadas de sequía.

Sólo para documentar muertes de humanos, habré de citar los siguientes casos históricos, bien conocidos. La Peste Negra mató a un tercio de la población europea entre 1347 y 1353: murieron 25 millones de personas; en Asia y África fueron de 40 a 60 millones de muertos. La llamada “influenza española” (originada en Fort Riley, Kansas, EE.UU.) causó 50 millones de fallecimientos entre 1918-1920. En esa época, la Primera Guerra Mundial dejó un saldo de 10 millones de muertes y 20 millones de soldados heridos. La Segunda Guerra Mundial entre 55 y 60 millones de muertos, nada más en la Unión Soviética 24 millones.

La Naturaleza hace su propio papel: glaciaciones, terremotos, tsunamis, volcanes, tifones, han ocurrido en todas las épocas y están fuera de la mano del hombre y algunos no son predecibles. El tsunami de 2004 en Indonesia, dejó 260 mil muertes. De terremotos y volcanes sabemos mucho en México desde hace siglos.

El cambio climático no reporta hasta el momento grados de morbilidad y menos de mortalidad. Por el contrario, la esperanza de vida va aumentando: en México es de 77.2 años; en Europa 77.8 (nada más en España es ya de 81 años); Oceanía 71; en Estados Unidos de 78.5. Asia y África, con 61 y 55 años, siguen a la zaga, pero mucho mejor que hace 50 años. Las cinco más letales enfermedades de la humanidad son: hepatitis viral, Marburgo, sida, viruela y paludismo, ninguna de ellas causada por el cambio climático. Destacan también las enfermedades cardiacas, la diabetes mellitus y la obesidad, por alimentación incorrecta, o el cáncer, viejo acompañante de la humanidad.

Tal parece que en el mundo continúan las tendencias apocalípticas y catastrofistas, aprovechando la ingenuidad humana, tan sensible que da credibilidad a todo, como el famoso “fin del mundo en 2012” según “predicciones” mayas; o el que anunciaban los Testigos de Jehová en 1914 y luego en 1984, pero que lo van posponiendo. Se ha ideologizado el “cambio climático”, hay pros y contras, éstas justificados científicamente.

En fin, no hay apocalipsis y menos ahora. La humanidad cuenta con herramientas tecnológicas y científicas tan avanzadas, incluyendo la inteligencia artificial (AI), que permitirán mejores condiciones y esperanza de vida para todos. (Apocalypse Now, película bélica de Francis Ford Coppola, 1979, considerada “de culto”).