Revolución: ¿Mito o legado?
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Editorial

Revolución: ¿Mito o legado?

 


Ayer se celebró el 107 aniversario del movimiento conocido como Revolución Mexicana. Uno de los episodios más reconocidos en la historia nacional, justamente porque forjó un hito en el futuro de México. Fue, por otra parte, el fin de una época a la que históricamente se conoció como Porfiriato, gracias a lo cual y de manera injusta se ha calificado al General Porfirio Díaz como dictador, asumiendo de manera burda que el país había vivido una etapa de violencia y oscurantismo. En efecto, la historia la escribieron los vencedores. El inicio del movimiento se dio con la irrupción del movimiento anti-reeleccionista que impulsó don Francisco I. Madero, quien, habría de ser asesinado junto con José María Pino Suárez, por órdenes de Victoriano Huerta, quien sería, poco después un verdadero dictador. Díaz había marchado ya a Europa a bordo del “Ipiranga”, para morir trasterrado en París, lejos de la Patria que lo vio nacer y con la angustia de ver al mismo desgarrarse en disputas intestinas. El faccionalismo y los grupos de poder regionales habrían de tomar después el legado revolucionario para legitimar la creación y ascenso de un partido político, el PRI, que nació en 1929 y se habría de perpetuar en el poder al menos los últimos ochenta años.

Los análisis sobre la Revolución Mexicana y los personajes que participaron en la misma, lo mismo Francisco I. Madero, que los precursores como Ricardo Flores Magón; igual Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y muchos más, han sido objeto de estudios históricos e investigaciones universitarias, de autores como James d. Cockcroft, J. Cumberland, John Womack, Friedrich Katz, Héctor Aguilar Camín, Lorenzo Meyer y diversos historiadores mexicanos. Aquí en Oaxaca, este movimiento ha sido estudiado por historiadores como Héctor Gerardo Martínez Medina, Víctor Raúl Martínez, Vásquez, Carlos Sánchez Silva, Francie Chassen y otros más, en el marco de investigaciones impulsadas por la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO). Y es que aunque poco se sepa, el citado movimiento revolucionario tuvo en la entidad importantes repercusiones, de lo cual, los jóvenes poco saben. Sin embargo, es importante reconocer que hacen falta muchos estudios e investigaciones sobre este pasaje histórico que, en muchos sentidos, también nos dejó marcados para el futuro, pues poco después vendría el Movimiento de la Soberanía, que representa otro hito en la historia local que deben ser objeto de estudio de las generaciones futuras.

Súper carreteras: Sólo ilusiones

Desde hace al menos quince años que los oaxaqueños escuchamos en los discursos oficiales, la construcción de una súper carretera al Istmo de Tehuantepec, e incluso se decía que habría un ramal a Huatulco. Dicho proyecto aparecía no sólo en los discursos sino en los mismos informes de gobierno. Pasó el tiempo y la pésima relación de los gobiernos de José Murat (1998-2004) y de Ulises Ruiz (2004-2010), no se diga de Gabino Cué Monteagudo (2010-2016) con el gobierno federal, convirtió aquel proyecto en un anhelo interminable, pues a cada inicio de régimen se prometía como uno de los buenos propósitos del gobierno entrante. La citada vía al Istmo fue entregada al pueblo oaxaqueño, a diferencia de otras en el país, sólo por pedazos: el tramo de Mitla a Albarradas de 28 kilómetros y el de Santiago Lachiguiri-Tehuantepec, de 40 kilómetros. De los más de cien kilómetros faltantes nadie dice nada, sólo que la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), que sería la responsable entró en quiebra financiera, por tanto, sigue siendo sólo un sueño. Aunque con sus especificidades, la vía a la Costa, en el tramo Barranca Larga-Ventanilla, sigue en las mismas, con argumentos y causas parecidas, aunque tiene menos años, al menos diez de que inició el proyecto, con tan mala suerte que a poco de iniciar, Omega, la empresa contratista se declaró en quiebra.

Es posible que gracias al ofrecimiento del gobierno federal o como argumento de campaña, el actual gobernador Alejandro Murat, ofreció que ambas vías estarían concluidas en al menos los primeros diez meses del inicio de su gobierno. Ha pasado un año y nada se atisba en el horizonte. Es más, en el pasado Primer Informe de Gobierno, el pasado 15 de noviembre, sólo se mencionó el inicio de los trabajos en la carretera a la Costa. La del Istmo –como hemos dicho- seguirá esperando nuevos argumentos. Para hacer más patética la situación, cuando en EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca hemos publicado entrevistas o reportajes serios y profesionales sobre la situación que guardan las citadas vías carreteras, de inmediato surge información oficial desmintiendo. Los hechos sin embargo hablan por sí mismos. Los proyectos carreteros que mucho significarían para sacar a Oaxaca del marasmo en que ha vivido, sigue como un anhelo; como un sueño; como un ardid que sólo ha servido de argumento político fuera de la realidad.