Andrés Manuel en su laberinto
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Opinión

Columna sin nombre

Andrés Manuel en su laberinto

 


El Mapache Guasón calla por Semana Santa.

El estilo especial de gobernar del señor presidente López Obrador, está ya más que claro.

Conferencias mañaneras cotidianamente en las que él y nadie más que él, informa, explica, corrige y crea todos los días la agenda noticiosa, establece polémicas para crear debate y da la impresión que en ese contexto se mueve como pez en el agua.

La más reciente polémica, fue la expedición de un “memorándum” dirigido a las secretarías de Educación, Gobernación y Hacienda, en donde les da instrucciones para que no se aplique la vigente Reforma Educativa llamada de Peña Nieto.

Así las cosas, se mueve por razones políticas al margen de la ley, y despierta de inmediato reacciones de juristas especializados en la Constitución.

En el análisis jurídico, el Presidente no puede, no debe, ordenar que no se cumpla la ley, es antijurídico ordenar que se suspenda su aplicación.

Ahora bien, en el caso de la Reforma Educativa vigente, el bien hubiera podido enviar internamente, sin publicidad, la orden mencionada a sus secretarios, pero antes por el contrario, firmó el memorándum de marras ante la televisión, en el despacho presidencial de Palacio Nacional, y se dio el lujo de explicar posteriormente las razones por las que ordenaba la no aplicación de la ley.

Simplemente actúa por razones políticas aunque se viole la ley, y le da publicidad al memo, para información a los grupos radicales de la CNTE, con la propaganda relativa a que serán protegidos sus derechos y privilegios, en tanto se llega a un acuerdo con ellos que los satisfaga, y entonces procedería constitucionalmente a derogar la actual y vigente reforma, para que entrara en vigor aquella que está en estudio y como tema de negociación y diálogo con los profesores de la CNTE.

Estense sosiegos.

No solo eso, sino que ordena pública y quizás ilegalmente a su Secretaria de Gobernación que acelere los juicios contra los profesores procesados, que libere de la cárcel a los que estén detenidos y que haga lo mismo con los luchadores sociales.

Sin embargo no puede, no debe intervenir en los procesos judiciales, y lo que sí podría hacer, es conceder el Indulto Individual o declarar una amnistía general al gremio magisterial, pero de ninguna manera debe intervenir en el procedimiento judicial, reservado expresamente por la Constitución a los jueces, al Poder Judicial.

Así entendido el memorándum ya famoso, surge flagante la actitud presidencial con una excusa significativa, imaginativa, aduciendo que el comunicado era para consumo interno.

Por otro lado y al ser cuestionado por ordenar pagar sueldos a los faltistas profesores que se manifiestan en las calles y no asisten a trabajar, filosofó jurídicamente, habló ante una reportera sobre los conceptos de Ley y Justicia, y expresó, parafraseo, que se les debe pagar por justicia aunque la ley ordene que no se les pague, y aquí difiero, se actúa no con justicia para los faltistas, sino con INJUSTICIA para los cientos de miles que sí trabajan.
Cuestión de enfoque.

Yo también soy pueblo.

Por allí nos encontraremos.