Letal violencia agraria
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Opinión

Editorial

Letal violencia agraria

 


El lunes pasado, al filo del mediodía, se dio un hecho a todas luces deleznable. Presuntos vecinos de San Martín Peras emboscaron a vecinos de la agencia municipal de Santos Reyes Zochiquilazola, distrito de Juxtlahuaca, con el resultado fatal de 3 personas muertas –entre ellas dos mujeres- y 3 heridos –entre ellos niños-. Aunque no hay alguna declaración oficial, más que un boletín de prensa, al respecto, hay evidencia de que se trata de un ajuste de cuentas por conflicto agrario. La confrontación por límites, por la disputa de hectáreas de bosques o simples eriales improductivos siguen sembrando la tierra oaxaqueña de muertos. Se trata de un hecho criminal consumado no de algo aislado. Quien conoce la historia de disputas agrarias difícilmente puede catalogar este hecho como fortuito. En el pasado mes de julio, 13 ciudadanos de Santa María Ecatepec, distrito de San Carlos Yautepec, murieron cuando atareados en sus parcelas y desarmados, fueron emboscados por sus vecinos de San Lucas Ixcotepec. Nada se sabe a la fecha de órdenes de aprehensión o detenidos de este brutal asesinato colectivo.

En abril de 2017, pobladores de San Pedro Mártir Quiechapa fueron a su vez emboscados por habitantes de Santiago Lachivía, resultando de ello 5 muertos, en lo que para muchos fue una venganza por la invasión de cultivos ilícitos de los cuales está infestada esta zona. Sólo hablamos de tres casos, en menos de dos años. Pero hay muchos más, sobre todo en la región mixteca en donde los muertos por diferencias entre comunidades se cuentan por cientos en las dos últimas décadas. En el caso que nos ocupa, las autoridades judiciales del estado deben ahondar en las investigaciones hasta dar con los responsables. La impunidad y el pretender arreglar todo con mesas de diálogo ha sido la causa de que crímenes como el del pasado lunes se sigan cometiendo, amparados los criminales que jalan el gatillo y asesinan a mansalva, a que nadie recibirá castigo ejemplar. Hay en Oaxaca una idea perversa y torpe de que la ley se puede torcer con manifestaciones y bloqueos carreteros. Al gobierno de Alejandro Murat no debe temblarle la mano para que la instancia correspondiente, de manera autónoma vincule a proceso a los señalados de cometer algún crimen y que los mismos sean consignados ante el juez competente. Pero no más impunidad ni solapar este tipo de acciones propias de grupos criminales.

Acciones vs huachicoleros

Como lo mencionamos en ocasiones anteriores, la extracción ilícita de combustible en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en territorio oaxaqueño no es nada nuevo. Hace poco menos de dos décadas en este mismo espacio editorial comentamos el caso de un agente de la entonces llamada Policía Ministerial del Estado, quien fue ahorcado y quemado en la comunidad de Magdalena Tequisistlán, mientras el comandante acreditado en el distrito de Tehuantepec, departía copa en mano con huachicoleros en Jalapa del Marqués. Como se dice vulgarmente, hasta hace poco parece haberles caídos el veinte a las autoridades y buscan por doquier, cuando de muchos es sabido que los jefes de las bandas dedicadas a este ilícito, tienen nexos políticos. ¿Cuántas estaciones de gasolina compran combustible robado tanto en los ductos de la paraestatal como a los delincuentes de cuello blanco que laboran en las refinerías o en los almacenes? Cuestión de ver. No es fortuito que la apertura de gasolineras sea uno de los negocios más rentables de la clase política. Lo extraño es que las autoridades del Sistema de Administración Tributaria (SAT) o de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), que hurgan en todo, no hayan detectado a tiempo a quienes no podían acreditar el equilibrio entre lo que compraban a Pemex y lo que vendían.

La semana pasada, efectivos de la Marina/Armada de México aseguraron una casa en la comunidad de San Blas Atempa, en donde se presume guardaban combustible robado. Pero todo el Istmo está plagado de sitios en donde la ordeña de los ductos se hace a plena luz del día sin que nadie toque a los delincuentes. Es más, los vecinos de comunidades como Matías Romero, Santa María Petapa, Rincón Antonio, Chivela, Asunción Ixtaltepec y muchas comunidades más, hasta del Bajo Mixe, como San Juan Guichicovi, Palomares, Mogoñé y otros, saben que existen personas que se dedican a esta actividad ilícita, la cual practican cual si tuvieran la complicidad de las autoridades. Que nadie se llame a cuento pues con que se trata de un delito recientemente descubierto. No. El llamado huachicoleo es algo viejo y se practica como una actividad criminal rentable, más aún cuando fue descubierto por las organizaciones criminales que hoy no pelean por las rutas de la droga sino por la extracción de hidrocarburos. Ello no tendría éxito si no tuviera la contraparte de venta en estaciones de servicio.