Autopistas, por fin
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Autopistas, por fin

 


Quién no desea que en los sexenios del presidente electo Andrés Manuel López Obrador y del gobernador Alejandro Murat Hinojosa concluya, por fin, la construcción de las autopistas que van a la Costa y al Istmo de Tehuantepec; quién no quiere viajar por diversos motivos a esas dos regiones del estado, que son tan importantes en la actividad económica y en la vida cultural, social y familiar.

Hay miles de personas, incluyendo a los estudiantes, quienes saldrán beneficiados, pero más aún aquellas comunidades por cuyos territorios pasarán esas vías de comunicación que acortarán distancias, como se ha publicitado. Por eso urge que el gobierno federal destine los recursos necesarios para los dos grandes proyectos y también que tengan dinero para atender las exigencias de carácter social de los habitantes para que den paso libre a los trabajadores y maquinaria.

Los oaxaqueños recibimos con alegría la disposición del gobernador Murat Hinojosa de apoyar la realización de dichas obras y ahora el compromiso del nuevo presidente al asegurarnos que las dos vías recibirán una atención especial hasta su conclusión. Corresponderá a las comunidades y habitantes de las zonas pendientes de trabajar, permitir que la obra continúe en tiempo y forma. Que si bien tienen necesidades que plantear, lo hagan dentro de las normas y no las quieran resolver todo a cargo del presupuesto que se llegue a autorizar.

Además, las empresas deben ser solventes y responsables, lo mismo las organizaciones de transportistas que lleguen a ser contratadas. A estas alturas la administración estatal estará avanzando en las acciones de conciliación o consenso entre las comunidades, o entre los mismos habitantes de cada pueblo a ser beneficiado porque luego surgen intereses muy fuertes entre ellos que paralizan toda obra como las que nos ocupa.

Según lo han dado a conocer los medios de comunicación, los conflictos agrarios no han faltado en este largo proceso de construcción, o las actuales autoridades comunales no reconocen compromisos de sus homólogos anteriores que ya cobraron derechos de vía y quieren también su parte. Ha sucedido que los campesinos posesionarios de predios afectados quieren también su pago aparte porque se sienten perjudicados; otros más exigen pasos ganaderos y brechas cosecheras, entre otras cosas.

Los obstáculos que han impedido el avance de los trabajos deben servir de experiencia, pues son referentes importantes e indispensables para continuar los dos proyectos de gran visión. Se han malgastado seguramente muchos millones de pesos en el tiempo que llevan las obras, sexenio tras sexenio, y ya no estamos a estas alturas para seguir dilapidando recursos con constructoras irresponsables, funcionarios que no cumplen con su deber y autoridades comunales caprichosas.

Hace unos días recorrí con otras personas parte de la autopista Mitla-Tehuantepec. Después de pagar la cuota correspondiente en la caseta de Mitla seguimos unos kilómetros adelante hasta el acceso a san Lorenzo Albarradas, por donde se encuentra la zona turística de Hierve el Agua, y tomamos la carretera federal que pasa por san Bartolo Albarradas. Antes de llegar a Santa María Albarradas entramos nuevamente a la autopista por unos kilómetros más.

Mientras viajábamos, mi informante me dijo que en lo que va la obra las comunidades se han beneficiado de muchas maneras y qué bueno. Tanto la empresa ICA como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes han realizado obras y acciones sociales con diferentes costos de inversión. Han construido albergues infantiles, aulas escolares, vías de acceso, pasos a desnivel, paraderos turísticos, etcétera. El Gobierno del Estado participa en las mesas de diálogo y conciliación, junto con las delegaciones federales, sobre todo las que tienen que ver con conflictos agrarios.

Ahora que soplan nuevos vientos en el ámbito federal, ojalá que no tengamos interferencias de organizaciones y líderes que aprovechan cualquier oportunidad para satisfacer sus intereses; que haya recursos suficientes para los dos proyectos y desde luego claridad en su ejercicio. ¿Cómo se hizo en un año y fracción la autopista que nos une con la capital del país y no podemos concluir las que van al Istmo y la Costa?