El campeonato de ser mejores ciudadanos
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Opinión

Es mi opinión

El campeonato de ser mejores ciudadanos

 


Hermano Miguel, te felicito y no solo porque es día de tu cumpleaños, sino por ser una persona recta y muy especial. Te deseo lo mejor en esta vida ya que tu felicidad es la mía. Feliz cumpleaños, hermano.

Las diversas disciplinas deportivas del mundo, son quizás los medios más generalizados y al alcance del mayor número de individuos para forjar su carácter y así, elevar sus valores personales y al mismo tiempo, hacerse más positivos en todos los sentidos.

El deporte, es una actividad esencialmente social, propia de los pueblos desarrollados y de los individuos con vocación competitiva. El deporte, es vital, y hace más eficiente al hombre en los planos: físico, mental, espiritual, y por supuesto ético. Visto así, el deporte forja mejores ciudadanos. Hace mejores a los hombres, no sólo para ganar campeonatos en su especialidad; los hace más conscientes de la importancia de su presencia en la sociedad.

Por lo tanto, podemos concebir al deporte como: arte y ciencia. Partiendo de este concepto, mucho hay que decir sobre el deporte. Lo haremos, pero por ahora y por límites de espacio abordaremos el aspecto ético, que es un tema de impacto directo en la sociedad.

Siento que los líderes deportistas de todos los niveles, desde, el que destaca en la competencia de callejón de barrio, o el encuentro llanero, hasta el profesional de alto rendimiento, tienen una grande responsabilidad social. Ese líder, o campeón se convierte en cierto modo en icono, modelo para sus admiradores y compañeros.

En otras palabras, ese líder deportivo es un líder social y por lo tanto, debe ser inspirador e impulsor para que los deportistas, luchen con todo, para ganar lo que llamo El Campeonato de ser mejores ciudadanos. Ese campeonato implica muchos valores, que van desde una alta conciencia cívica, hasta el respeto a los derechos humanos, respeto al medio ambiente, y especialmente tolerancia al modo de pensar respecto a cuestiones políticas y religiosas por ejemplo.

En otras palabras, el deporte ético debe ser garante de la lucha contra la discriminación, en todos los sentidos para crear las condiciones que permitan a los individuos y a los pueblos acceder a niveles superiores de convivencia. Además el deporte debe ser como lo ha sido, garante de la paz mundial.

Sean estas líneas para manifestar mi respeto por todos los deportes, sin embargo, se me permitirá advertir sobre la necesidad de quitar los arrocitos negros que manchan los elevados propósitos sociales y humanistas que el deporte persigue. Siendo el deporte elemento vital para el desarrollo social de los pueblos sus instituciones, las autoridades deben revisar con mayor rigor actos antideportivos, desafortunadamente muy frecuentes.

Desde el dopaje, pasando por la violencia entre las porras, y la reventa de boletos en el deporte masivo comercial, hasta la falsificación de documentos personales en el deporte estudiantil y amateur. Todos esos arrocitos negros, nos dicen con toda crudeza que algo está fallando en algunos organismos deportivos.

Creo que ni la estrella deportiva, ni el directivo del brillante club, ni el poderoso empresario deportivo, pueden ser deshonestos. De lo contrario desvaloran al deporte en su conjunto que ya concebimos, como arte y ciencia para hacer mejores ciudadanos capaces de lograr el excelso campeonato de ser mejores ciudadanos.

Asimismo, dicho sea con todo respeto y evitando generalidades, los medios de comunicación no deben exaltar como héroes, “estrellas” que ya han sido opacadas por las drogas, o por otras conductas no solamente antideportivas, sino antisociales, por cierto muy conocidos.

Hacer estrellas falsas es poner luz en la bombilla equivocada, y con ello no fortalecemos los valores personales de nadie, y mucho menos de los niños y los jóvenes que son la cantera humana de donde saldrán los futuros campeones deportivos.

No olvidemos que es muy importante ser un excelente competidor deportivo, pero es mucho más importante ser un atento observador de las elementales normas éticas y profesionales que aporten ganadores del campeonato de ser mejores ciudadanos. Esto es importante, Y ¡Hay que decirlo!

Es mi opinión. Y nada más…

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