Un tema preocupante
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Editorial

Un tema preocupante

 


Cuando el país no se reponía de la indignación que representa la ejecución y posterior agravio a los cadáveres para deshacerlos en ácido, de tres jóvenes estudiantes de cine, en Guadalajara, Jalisco, asesinados por un grupo criminal, las baterías mediáticas apuntaron hacia Oaxaca, luego de que, desde fines del mes de marzo y principios de abril, desaparecieran seis jóvenes originarios de la comunidad de Quilethla, Tlaxcala, en la zona de la Cuenca del Papaloapan. Diversas versiones han corrido al respecto, una de ellas apegada a la realidad, pues en una declaración del presidente municipal de la comunidad de San Miguel Soyaltepec, prueba que hay un convenio firmado por tres jóvenes que llegaron a la Feria de la Mojarra y contactaron a una joven, la cual habría salido de su casa con intenciones de marcharse con ellos, hasta que la madre interpuso la denuncia. La policía municipal los detuvo y salieron del pueblo ignorándose su destino. De los tres amigos que salieron de Tlaxcala posteriormente para buscar a los primeros tres, al no tener comunicación con ellos, tampoco se sabe. Lo que es un hecho irrefutable es que ambos estaban ya en contacto, habida cuenta de que los vehículos que se encontraron calcinados en la zona limítrofe entre Veracruz y Oaxaca, corresponden a los dos grupos.

El Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, ha sostenido que los jóvenes habrían salido del estado para internarse en Veracruz en donde desaparecieron, pero las autoridades del vecino estado refutan esta tesis. La semana pasada, en Tehuacán, Puebla, se reunieron los fiscales de los tres estados: Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz, para coordinar acciones que permitan el hallazgo con vida de los seis desaparecidos o, en su defecto, saber en qué circunstancias murieron. Lo cierto es que desde el fin de semana pasado se dio un impresionante operativo militar en Tuxtepec para afianzar a las autoridades ministeriales, dado que dicha zona se ha convertido en un verdadero matadero, lo que advierte la presencia de grupos criminales en pugna. El viernes anterior un campesino fue ejecutado en jurisdicción de Acatlán de Pérez Figueroa y las ejecuciones han estado a la orden del día. Y es uno más de las decenas que han muerto en condiciones similares y con armas de alto poder. Lo anterior ha sido denunciado una y otra vez ante las autoridades dado que Tuxtepec al igual que Juchitán, han devenido algunas de las ciudades más violentas del país.

Un mensaje puntilloso

El 25 de abril pasado, justo cuando se celebraba con bombo y platillo el aniversario 486 de que Oaxaca fue elevada a categoría de ciudad, en el Auditorio Guelaguetza se llevaba a cabo la unción de Monseñor Pedro Vásquez Villalobos, como Arzobispo de Antequera, designado por Su Santidad, el Papa Francisco hace al menos tres meses. El citado ministro de la Iglesia sustituye a Monseñor José Luis Chávez Botello, quien llegó a la mayoría de edad para cumplir con dicha encomienda. En meses previos fue administrador de la Diócesis de Antequera y será Arzobispo Emérito. En su primer mensaje, Vásquez Villalobos fustigó con dureza a aquellos que han influido que los miles de oaxaqueños, viviendo en una entidad con grandes riquezas, sigan en la pobreza. Es más, invitó a los servidores públicos a ejercer sus funciones en apego a normas de honestidad y claridad en el manejo de los recursos públicos. En la víspera de su toma de posesión, arremetió con dureza en contra de aquellos sacerdotes que han desviado el camino de la fe y de Cristo, para entregarse a placeres mundanos, en clara referencia a aquellos que han sido acusados de pederastia. Este tema fue uno de los que más fustigó a su antecesor durante los últimos cinco años.

Hay quienes entre líneas entendieron asimismo que será severo en contra de estos delincuentes o más bien, lobos con piel de oveja o diablos con sotana. Porque también hay curas que desde los curatos o iglesias a su servicio alientan el mensaje del odio y el encono. Hay muchos casos, de aquellos que publican anuncios en sus parroquias estimulando en los fieles la oposición al gobierno. Sería bueno saber cuál será la postura de Monseñor Vásquez Villalobos en contra de aquellos que llevan vida marital pública y en lugar de hacer votos de fe católica, habitan una realidad mundana con mujeres y riquezas, lo cual a veces pretenden ocultar con mensajes enjundiosos en el pulpito. Es decir, hacen de su sacerdocio un doble discurso y doble moral. Durante los catorce años que permaneció Monseñor Chávez Botello al frente de la Arquidiócesis, hechos como los que comentamos líneas arriba fueron una constante. Pero nadie les llamaba la atención a los curas que tergiversaban el sacerdocio por los placeres mundanos. Estamos convencidos de que las cosas habrán de cambiar o al menos, serán parte de ese mundo misterioso que desde Los Borgia, siempre se ha mantenido en la Iglesia.