Continúa sin solución la falta de agua en Ayutla
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Continúa sin solución la falta de agua en Ayutla

El agua que lograban captar de pequeños arroyos en San Pedro y San Pablo Ayutla está disminuyendo ante la ausencia de lluvias y la proximidad de la temporada de sequía.


Continúa sin solución la falta de agua en Ayutla | El Imparcial de Oaxaca

Habitantes de San Pedro y San Pablo Ayutla demandaron ayer la intervención del gobernador del Estado, Alejandro Murat Hinojosa, para que dé una pronta solución al conflicto por límites de tierra con sus vecinos de Tamazulápam del Espíritu Santo.

Los pobladores pidieron que el mandatario tome cartas en el asunto ante la falta de avances a la solución del conflicto que los ha dejado sin agua desde 2017, por el cierre que se hiciera del manantial que les abastecía de agua.

Algunos de los afectados de San Pedro y San Pablo Ayutla recordaron que el agua que lograban captar de pequeños arroyos está disminuyendo ante la ausencia de lluvias y la proximidad de la temporada de sequía.

“No podemos seguir un año más en esta situación. Niños se nos han enfermado del estómago y la piel por el uso de agua contaminada. El manantial es de San Pedro y San Pablo Ayutla y no podemos usarlo por el conflicto y la amenaza de Tamazulapam”, expusieron algunas de las afectadas.

Interviene Segego
El 17 de abril de 2017, según expedientes gubernamentales, autoridades de San Pedro y San Pablo Ayutla solicitaron la intervención de la Secretaría General de Gobierno para que convocara a una reunión a las autoridades de Tamazulápam del Espíritu Santo, para tratar el tema agrario entre ambas comunidades, debido a que tenían conocimiento que estaban siendo invadidos en su territorio.

El 2 de mayo de ese mismo año se llevó a cabo la reunión de trabajo convocada por la Junta de Conciliación Agraria, dependiente de la Segego, con la finalidad de informar sobre la queja de los de Ayutla y donde se programó una reunión en Tamazulápam el 5 de mayo.

Ese día, personal de la Segego acudió a esta población para informar en asamblea de la queja de Ayutla y pedir a los habitantes a continuar las mesas de diálogo y mantener la paz y armonía social en la zona.

El 8 de mayo se realizó otra asamblea en Tamazulápam donde no se llegó a ningún acuerdo para continuar con las mesas de negociación y el 18 de ese mismo mes el conflicto empezó a agudizarse, luego que de Ayutla informara que sus vecinos habían iniciado la construcción de casas en la zona de conflicto.

El 19 de mayo los de Ayutla iniciaron bloqueos en diferentes accesos y las autoridades de la Segego convocaron a una mesa de trabajo con carácter de urgente para el día siguiente, cuando se solicitó una inspección ocular sobre los daños que los de Tamazulapam habían causado también a las tomas de agua ubicadas en el Manantial.

Pese a las constantes reuniones, el 27 de mayo Ayutla reportó que Tamazulápam había secuestrado a cuatro ciudadanos de la primera población, pero dicha aseveración fue desmentida por su vecino.

El 1 de junio la Segego pidió a ambas comunidades volverse a reunir y los exhortó a no acercarse a lugar denominado El Manantial para evitar confrontaciones, toda vez que en las mesas de trabajo Tamazulápam había solicitado que el agua también fuera para beneficio de sus habitantes.

Sin embargo, dicho llamado no fue escuchado y el 5 de junio ambas poblaciones se confrontaron, cuyo saldo fue de una persona fallecida, 8 lesionados y cuatro mujeres retenidas en Tamazulápam, pero liberadas horas después.

A partir de ese momento, Tamazulápam prohibió el uso del manantial en tanto no se definiera la zona de colindancia entre las dos zonas, que a la fecha ha cumplido Ayutla para evitar otro enfrentamiento.

Las autoridades gubernamentales fijaron una próxima reunión para el 27 de marzo en Ciudad Administrativa, donde se convocó primero a las autoridades de Tamazulápam.

En su momento, la escritora y promotora de la diversidad lingüística, Yasnaya Aguilar, reiteró en varias ocasiones que en esta comunidad, donde es originaria, hace casi dos años no tienen agua, luego de que grupos armados despojaran a los habitantes del manantial del que históricamente se abastecían y que hasta ahora sigue en injusticia, pese a que han denunciado y demostrado tener la razón.

“A pesar de que las leyes dicen que el agua es un derecho humano, ésta no llega a nuestras casas y afecta, sobre todo, a niños y ancianos. Es la tierra, el agua, los árboles los que nutren la existencia de nuestras lenguas. Bajo un ataque constante de nuestro territorio, ¿cómo se revitalizará nuestra lengua?”, cuestionó.