Tras las presiones que ejercieron la semana pasada habitantes de Santo Domingo Teojomulco, Miguel RN y Fortunato OR, sentenciados por homicidio calificado, fueron finalmente absueltos ayer por el Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Por la noche, la Fiscalía General del Estado indicó que no había sido notificada de esta resolución, sin embargo, extraoficialmente se dijo que el Poder Judicial había ordenado la pronta liberación de Miguel y Fortunato, quienes habían sido juzgados por homicidio calificado con la agravante de ventaja en agravio de Mauro López Gómez.

Para la Fiscalía, la resolución seguramente sería una interpretación forzada, pero para los que exigían la libertad de Miguel y Fortunado fue una mala integración de la averiguación previa de la anterior Procuraduría General de Justicia.

La presión

La semana pasada, habitantes de Teojomulco mantuvieron cerrado el complejo administrativo de Ciudad Judicial, ubicado en la agencia de Reyes Mantecón, San Bartolo Coyotepec, reteniendo a cientos de empleados que laboran en los distintos edificios.

Los manifestantes solicitaban audiencia con el Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Raúl Bolaños Cacho para exigirle la pronta liberación de estas dos personas, pero el titular no se hizo presente.

Exigían una respuesta ante la dilación con la cual actúan los magistrados de la tercera sala penal del Tribunal Superior de Justicia al no resolver un toca penal.

Ante esta negativa de ser escuchados, la retención se mantuvo por casi 10 horas como medida de presión.

Los manifestantes se apostaron en los accesos principales armados de piedras, palos y resorteras.

Al atardecer algunos empleados quisieron salir por la fuerza, originándose así pequeños enfrentamientos con saldo de personas lesionadas en la cabeza por el lanzamiento de piedras.

El origen

Inocencio López, representante de la población, declaró durante esta manifestación que en años 2013, Miguel y Fortunato eran policías municipales.

Durante la celebración de una fiesta patronal detuvieron a Mauro López Gómez, quien en estado de ebriedad alteraba el orden público y lo trasladaron a la cárcel municipal.

Ese mismo día, los policías detuvieron a Rubén Rodríguez, quien también se encontraba en estado de ebriedad, y lo ingresaron a la misma celda de Mauro López Gómez.

En el transcurso de la noche y a causa de viejas rencillas, se lidiaron a golpes, y al otro día, cuando fueron liberados por su falta administrativa, Mauro López presentaba un fuerte dolor en el estómago, falleciendo horas después.

La causa de la muerte fue estallido de vísceras a causa de los golpes que le propinaron en el estómago; por esa razón, sus familiares denunciaron a los expolicías comunitarios, quienes fueron procesados y sentenciados a 35 años de prisión por homicidio calificado en agravio de Mauro López Gómez.

Para los pobladores, los expolicías siempre han sido inocentes, mientras Rubén Rodríguez aún se encuentra prófugo de la justicia, pues luego de cometer la agresión contra su compañero de celda huyó al estado de Puebla.

“El Ministerio Público y los jueces encuadraron los hechos para que los acusados resultaran responsables del homicidio y el caso quedara sin resolverse.

“Miguel y Fortunato, oriundos de la ranchería El Hoyo, Teojomulco, fueron condenados injustamente, violentando sus derechos a una defensa adecuada y al debido proceso, pues a poco más de seis años de estar privados de su libertad, la autoridad judicial no les ha informado sobre el estado de su expediente.

“Los policías no fueron quienes golpearon al fallecido, sino su compañero de celda, con quien mantenía viejas rencillas, somos un pueblo que entiende, pero también un pueblo que lucha y no vamos a dar un paso atrás hasta tener una respuesta a nuestra demanda, tenemos a dos hermanos sentenciados a 35 años y queremos que se haga justicia”, dijo.

Al conocer de la sentencia condenatoria, a través del abogado, Miguel y Fortunato apelaron, sin embargo al transcurrir el tiempo y no emitir una resolución, los pobladores se manifestaron y presionaron para que ahora el Tribunal emitiera la sentencia absolutoria.