Continúa impune el robo de la corona a la Virgen de la Soledad
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Continúa impune el robo de la corona a la Virgen de la Soledad

Debido a que el robo sacrílego impactó a todos los estratos sociales de la capital, no debe quedar en el olvido y debe servir como recuerdo permanente para cuidar y proteger este tipo de obras.


Continúa impune el robo de la corona a la Virgen de la Soledad | El Imparcial de Oaxaca

El robo de la corona de oro con incrustaciones de piedras preciosas a Nuestra Señora de la Soledad, fue un hecho que lastimó a la comunidad católica de Oaxaca el 10 de enero de 1991, el cual sigue impune sin que se haya atendido la demanda de investigar y castigar a los responsables.

María del Carmen Ricárdez Vela, regidora en esa época del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, recordó que tal suceso conmocionó a la sociedad oaxaqueña cuando aquella mañana se despertó con esa noticia.

“En ese entonces fue calificado como el robo sacrílego más grande en la historia de Oaxaca, pues se robaron la corona que fue elaborada por orfebres oaxaqueños como Manuel Aquino Fabián, Fausto y Jorge Vargas Ramírez, y José María Ortiz. Con las piedras preciosas y el oro que los oaxaqueños acudieron a entregar para su realización”.

Lamentablemente nunca se encontraron a los responsables del robo, y al paso del tiempo se volvió a hacer una nueva corona, y con ello se fue olvidando poco a poco este agravio, lo cual no debe de ocurrir, pues sin duda es una afrenta a la comunidad católica, expresó.

Debido a que el robo sacrílego impactó a todos los estratos sociales de la capital, no debe quedar en el olvido y debe servir como recuerdo permanente para cuidar y proteger este tipo de obras.

“Al margen de su valor monetario, significa un valor estimativo para todos los oaxaqueños pues forma parte del vestuario de la Virgen de la Soledad”.

A pesar de que han pasado muchos años, expresó su confianza de que algún día pueda ser aclarado este suceso, que en su momento generó una indignación total entre los católicos.

Transcurrían las primeras semanas de 1958, y en la feligresía oaxaqueña había alegría por el jubileo de los 50 años de coronación de la Virgen de la Soledad.

La primera coronación a la Patrona espiritual de los oaxaqueños, se hizo oficial por Decreto de su Santidad Pío X, en enero de 1909. La joya fue traída de Inglaterra, por iniciativa del primer arzobispo de Antequera, Eulogio Guilow Zavalza.

Medio siglo después, el entonces arzobispo de don Fortino Gómez León, dio las instrucciones para que el jubileo tuviera el mayor impacto de solemnidad, y con el respaldo de los oaxaqueños, encomendó la elaboración de una segunda corona para la Santísima, pero con la condición de que el oro y demás materiales preciosos, así como el pago de la mano de obra, fuera con aportaciones de los católicos de Oaxaca.