Se mantiene la basura electoral en la capital de Oaxaca
Los partidos y candidatos a la alcaldía podrían ser acreedores a multas por parte del IEEPCO.
Ni el presidente municipal electo en Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín, ni los candidatos perdedores Samuel Gurrión Matías, del PAN, y Manuel de Esesarte, del PRI, han terminado de recoger su basura electoral y podrían ser acreedores a multas por parte del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO).
Aunque las principales calles de la ciudad han quedado prácticamente libres de la propaganda electoral, ésta es aún visible en colonias y agencias.
En un recorrido por colonias como Solidaridad, Heladio Ramírez, Soledad, Vista Hermosa y Solidaridad se observó que los abanderados de las tres coaliciones que contendieron por el ayuntamiento capitalino mantienen lonas y bardas que fueron propaganda electoral, algunas incluso ya se han vuelto parte de los techos y paredes construidas con láminas.
De cada diez lonas y anuncios de propaganda electoral observados, ocho pertenecen al excandidato de Por Oaxaca al Frente, Samuel Gurrión; y dos al presidente municipal electo, García Jarquín.
Por su parte, el aspirante tricolor a la presidencia municipal aún debe despintar las bardas en las que mandó a escribir su nombre en la agencia Guadalupe Victoria y en la colonia Vista Hermosa, entre otras zonas de la capital.
El numeral 2 del artículo 158 de la Ley de instituciones y procedimientos electorales del estado de Oaxaca señala que la propaganda colocada en la vía pública, deberá retirarse durante los siete días posteriores a la conclusión de la jornada electoral.
“Los partidos políticos serán los responsables directos del retiro de la propaganda colocada en la vía pública en caso de no realizarlo corresponderá al Instituto Estatal retirarla con costo a las prerrogativas de los partidos políticos.
Tratándose de candidatos independientes se aplicarán las multas respectivas”, de acuerdo con la ley.
Las autoridades electorales han invitado a los ciudadanos a denunciar la propaganda política que continúe colocada en las calles de la ciudad para obligar a los involucrados a su retiro.
