Por falta de cultura ambiental, oaxaqueños no verifican
La verificación es un derecho ya pagado cuando los conductores pagan su tenencia vehicular, aunque la mayoría se resiste a hacerlo
Para las autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente estatal, los oaxaqueños se resisten a verificar sus vehículos por falta de cultura ambiental.
Aunque el semáforo de calidad del aire es buena y satisfactoria, funcionarios de la institución destacaron la importancia de que los automovilistas acudan a los verificentros y cumplan con lo establecido por las autoridades.
Recordaron que la verificación es un derecho ya pagado cuando los conductores pagan su tenencia vehicular, aunque la mayoría se resiste a hacerlo.
Tan solo en 2017, de acuerdo con el director de cambio climático y desarrollo sustentable de la dependencia estatal, Alejandro Rustrain, solo 40 por ciento de los conductores registrados acudió a verificar sus vehículos.
Pese a que el pago de la tenencia incluye la verificación, dijo, los oaxaqueños con unidades no acuden a pesar de que el proceso es ágil en cada módulo.
Para este año, dijo el director de cambio climático, se espera que un gran porcentaje de conductores acuda a verificar sus vehículos, con un costo de hasta 30 pesos si no cuentan con el formato de pago de tenencia.
De acuerdo con la dependencia estatal, la verificación vehicular es un instrumento de política ambiental para regular las emisiones a la atmósfera a través de la inspección-mantenimiento de los vehículos automotores.
Además de fomentar el mantenimiento preventivo y forzar al mantenimiento correctivo de los vehículos automotores, la verificación se ha constituido como una de las principales acciones de control de emisiones vehiculares a la atmósfera. Desde el año 2008 se implementó a nivel Estatal el Programa de Verificación Vehicular (PVV), que se divide en dos semestres. El primero que comprende del 1 de enero al 31 de junio y el segundo del 1 de julio al 31 de diciembre. El objetivo es certificar que los vehículos automotores en circulación no rebasen los límites máximos permisibles de emisión a la atmósfera, establecidos en las normas oficiales mexicanas aplicables.
