Escasa cultura testamentaria en el Istmo de Tehuantepec

De acuerdo con el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, el testamento es la única forma legal, segura y eficaz para que una persona designe a los beneficiarios que a su fallecimiento serán dueños de sus bienes y propiedades, convirtiéndolos así en los legítimos herederos del patrimonio.

Desde hace más de 10 años se lleva a cabo la campaña “Septiembre, mes del testamento”, en la que los notarios reducen sus honorarios con la finalidad de lograr que la cultura de previsión crezca en nuestro país, sin embargo muy pocos tienen la cultura de previsión y acuden a realizar su testamento.

Igual que en cualquier parte, Oaxaca, el Istmo y Juchitán, mantienen un bajo porcentaje en cuanto a la cultura del testamento.

“Solo un uno por ciento tiene la cultura del testamento, nuestra gente tiene temor de testar, tienen bienes y no hacen su testamento y lamentablemente hemos visto que por eso luego sedan muchos problemas entre familiares, porque la gente no testa, aun ya en estado agonizante, no quieren testar”, indicó Aurelia Benítez Castillejos Notario Público número 77 y del inmueble Federal con residencia en  Juchitán.

Explicó que durante el tiempo que lleva de notario ha visto muchas familias desintegradas por la herencia, porqué al final,  por no dejar algo seguro se vienen peleando, se pasan 10 años en el juzgado tirando el dinero, enemistándose y se acaban las familias, por no prever lo que es el testamento.

“La gente muy poco acude a testar, les gusta más las escrituras, donaciones, poderes, pero el testamento no y más aquí en el Istmo de Tehuantepec, es un poquito raro, creo que la gente piensa que si va a testar, es porque ya se quiere morir o que sus hijos quieren que se muera, cuando no es así, el testamento es revocable, si el hijo sale ingrato, se puede cambiar cuantas veces quiera”, agregó.

Mencionó que durante todo  el mes de septiembre el tramite cuesta mil 500 pesos, cuando por lo general el costo es de 5 mil o un poco más, sin embargo la gente no hace conciencia de los problemas que pueden heredar a sus hijos y no acude.