Ana y Bruno, la muerte y el duelo para niños
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

En Escena

Ana y Bruno, la muerte y el duelo para niños

De manera personal me atrevo a decir que Ana y Bruno puede convertirse en todo un ejercicio de reconexión familiar, sin duda es una cinta que te mueve las emociones ya que te hace pensar y analizar tu papel como padre o madre.


Recuerdo que tenía aproximadamente 15 años de edad cuando el director Carlos Carrera habló de la película Ana y Bruno en una revista que actualmente ya no existe. La cinta se anunciaba como la mejor película de animación en el cine mexicano, pero se encontró con diversos problemas en su creación; 10 años después, el proyecto se anunció de nuevo y finalmente fue lanzado a la taquilla a finales del 2018.

En ese año, ya era toda una madre de familia y era tanta la emoción del lanzamiento de Ana y Bruno que mire el tráiler en compañía de mi pequeña hija y al ver que también era de su agrado decidí llevarla algún día a mirar la cinta completa, pero ahí fue donde me encontré con un problema: su fracaso taquillero.

La cinta duró una muy corta temporada en las carteleras y nuevamente me quede sin la oportunidad de mirarla; hasta que uno de tantos días, la plataforma Amazon la agregó al catálogo de su contenido y fue ahí donde comprendí parte de la poca aceptación que la cinta tuvo en taquilla, ya que Ana y Bruno es una cinta con una historia demasiado hermosa y sentimental, pero de temática oscura y macabra.

El padre de Ana la lleva junto a su madre a una “casa de descanso” en la playa, pero conforme transcurre la trama poco a poco te das cuenta que el lugar se trata de un hospital psiquiátrico y la mamá en realidad es una paciente que sufre de terribles alucinaciones, por lo que Ana tiene que escapar a buscar de nuevo a su papá en compañía de otros “amigos imaginarios” de los pacientes del hospital.

Precisamente esta historia fue lo que puso en jaque a la película, ya que fueron numerosas las quejas de los padres de familia molestos con la clasificación de la cinta, muchos determinaron que no era nada adecuada para niños y algunos abandonaron la función en los primeros minutos.

Ana y Bruno aborda temas como los trastornos y enfermedades mentales, la muerte, el duelo, las perdidas familiares, el abandono familiar, la orfandad, entre otros; pero lo hace de una manera discreta, que lejos de ser no apta para niños, nos abre una oportunidad para que como padres de familia podamos platicar con nuestros hijos sobre temas “delicados” que en algún momento de sus vidas tendrán que enfrentar.

De manera personal me atrevo a decir que Ana y Bruno puede convertirse en todo un ejercicio de reconexión familiar, sin duda es una cinta que te mueve las emociones ya que te hace pensar y analizar tu papel como padre o madre.

La cinta, sin duda es una de las mejores del cine animado en México, pero como hemos explicado anteriormente, nuestra sociedad no es tan adepta de historias rebuscadas o con significados profundos, y si en las cintas “normales” esperan con más ansias una comedia, en el cine de animación ocurre lo mismo.

Pero como cada cabeza es un mundo, te recomiendo que como adulto veas y analices esta maravillosa cinta y seas tú mismo quien decida si quieres mostrársela a tus niños o tal vez guardarla para otro momento.

@MarissaRuizC

‘Ana y Bruno’, la película animada mexicana más cara de la historia