Los adioses, la historia de Rosario Castellanos, la ‘desconocida’
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

En Escena

Los adioses, la historia de Rosario Castellanos, la ‘desconocida’

Karina Gidi interpreta a la escritora Rosario Castellanos.


Para Carlos Monsiváis, la escritura de Rosario Castellanos se puede rastrear desde Apuntes para una declaración de fe, un poemario publicado en 1948 y que “contiene los elementos que desarrollará su obra”: un lenguaje probadamente literario, un ir y venir de la cosmogonía al trazo irónico, un apego a la “sensibilidad femenina” y un rechazo sarcástico de la sensiblería.

Ese año, apunta el escritor, Castellanos tenía 23 años, “la experiencia de una niñez chiapaneca, estudios en filosofía y letras, lecturas exhaustivas de la Biblia, Paul Claudel, Gabriela Mistral, los Contemporáneos, la formación en un medio social y familiar donde se entremezclan la vida de los santos “y las recomendaciones a las mujeres sobre su sitio en el mundo”. En los años en los que Castellanos desarrolló su escritura y su juventud, esas “recomendaciones” para ser mujer eran imposiciones contra las que combatió y las cuales abrieron una serie de cuestionamientos a partir de los cuales la directora Natalia Beristáin creó Los adioses, que se estrena este fin de semana en Oaxaca.

La película, basada en la vida de Rosario Castellanos, “la primera voz feminista de México” muestra la lucha no solo contra su tiempo, sino incluso contra los hombres, amantes, esposos, que dominan esos tiempos.

“Ella lo que quería por sobre todas las cosas era que la dejaran escribir, lo que la motivaba era la escritura per sé, su objetivo final era poder sentarse a escribir. Lo que estaba buscando era tener tiempo de desarrollar su escritura, olvidémonos de ser publicada, eso era una cereza en el pastel, ella buscaba la posibilidad de decir quiero ser mamá, quiero ser maestra, quiero ser escritora y necesito el tiempo, eso resultaba casi agresivo ante una sociedad patriarcal”, expresa la directora en entrevista con EL IMPARCIAL.

En Los adioses Rosario Castellanos es presentada en dos etapas de su vida, en la adulta, protagonizada por Karina Gidi, cuando ya era madre, escritora premiada y catedrática de la UNAM; y en la segunda, en su etapa de juventud, interpretada por Tessa Ia, cuando buscaba en la Facultad de Filosofía y Letras esa posibilidad de “poder escribir”.

Es una historia a dos voces que se convierten en cuatro, cuando a la película se integra, en ambas etapas, Ricardo Guerra, primero como amante estudiantil, con la actuación de Pedro de Tavira, y después como esposo y contrincante, interpretado por Daniel Giménez Cacho.

“No es una película biográfica en donde se vea su infancia, su primera juventud, que es intelectual y se enamora, no, es una película que toca fragmentos de la vida de Rosario Castellanos, a mí me interesaba más abrir cuestionamientos sobre ciertos temas, la maternidad, el feminismo”.

Para Beristáin, a pesar de que la juventud de Castellanos se desarrolló hace más de 65 años, las imposiciones sobre lo que es “ser mujer” y “ser madre” han cambiado poco.

“Seguimos como en el esquema donde sí bien hoy ya no es tanto un dilema que las mujeres sean profesionistas y madres, que eso, así lo veo yo, se reduce a un tema económico, seguimos cumpliendo con imposiciones en las que puedes ser mamá y puedes ser profesionistas pero tienes que hacer todo bien, viéndote con una sonrisa franca desde las 7 de la mañana, eso es irreal, es una imposición absolutamente heteropatriarcal.

Una escritora “desconocida”

La lectura a partir de la cual se desarrolla Los adioses es un poema breve del mismo nombre en el que Castellanos declara “quisimos aprender la despedida/ y rompimos la alianza/ que juntaba al amigo con la amiga. / Y alzamos la distancia/ entre las amistades divididas.” Beristáin conoció a Castellanos, autora de novelas fundamentales como Balún Canán y Oficio de tinieblas y de poemarios como Al pie de la letra y Materia memorable, en la preparatoria, “de pasada, medio mal y de malas”.

Fue hace unos años que a través de Cartas a Ricardo como se empezó a interesar en la obra poética y literaria de la autora, “fue sobre la marcha de querer hacer la película”.
-¿Cuál ha sido la reacción del público sobre la imagen de Rosario Castellanos?, una figura intelectual que a pesar de su trayectoria y trascendencia ha perdido

-De entrada hay muchísima gente diciéndome no la conozco, no la he leído pero quiero hacerlo, para mí eso es la cereza en el pastel. En un país en donde se lee poco, una escritora como Rosario, así lo he ido descubriendo, es como un bullet, la gente, si tenemos suerte ha escuchado su nombre, pero son menos los que saben que escribía, son menos los que la han leído.
-¿Cuál es tu sentir respecto a que las figuras que están tomando los reflectores de la producción audiovisual sean figuras como Luis Miguel o Verónica Castro?
-Obedece al sistema en el que vivimos, en el que lo que impera es la forma y no el fondo, dónde tocar personajes críticos, que cuestionan al sistema es menos atractivo, porque te obliga a pensar y eso es algo que se hace cada vez menos.
-¿Cómo cineasta sientes una desventaja por una razón de género?
Las estadísticas nos responden esa pregunta, si bien hay una generación de mujeres haciendo más cine, seguimos siendo minoría, mientras en México tenemos un sistema en el que estatalmente se financian las películas, mientras quienes tomen las decisiones sobre las películas y las historias que se van a producir sigan siendo mayoritariamente hombres será imposible que esta realidad cambie.
-¿Cómo directora estás a favor de una cuota de género o debe haber una competencia libre?
-Es un error pensar que la competencia es libre. Sí yo como mujer presentó un proyecto a un jurado de 10 hombres ¿te parece que la competencia es libre?