Francisco Toledo cuestiona a Fonatur
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Arte y Cultura

Francisco Toledo cuestiona a Fonatur

El maestro se dice sorprendido por la falta de respeto al derecho de las comunidades indígenas a dar o negar su consentimiento respecto a un proyecto que modificará sus vidas


Francisco Toledo cuestiona a Fonatur | El Imparcial de Oaxaca

El proyecto del Tren Maya, que comprende alrededor de 1, 500 kilómetros (poco más de la distancia entre la Ciudad de México y la capital de Chihuahua), mantiene la discrepancia por el beneficio social y el impacto ambiental que traería su construcción.

El director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, ha justificado las afectaciones al ambiente con los beneficios para las comunidades en la zona donde influya el tren.

Por su parte, el artista Francisco Toledo mantiene su oposición aludiendo un desastre ecológico.

Este 14 de febrero, el fundador del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del estado de Oaxaca (Pro-Oax) emitió una carta a la opinión pública, en la que cuestionó las declaraciones del titular de Fonatur. Las palabras del funcionario las recoge una entrevista publicada el 5 de febrero en el portal Animal Político. En ella, quien encabeza el equipo del proyecto del Tren Maya expone la imposibilidad de ser conservacionistas cuando existe tanta miseria. “Tenemos que crear desarrollo y el desarrollo va a tener afectaciones al medio ambiente, obvio. Pero primero va la gente”, comenta.

Esas declaraciones y la alusión a “los antagónicos ambientalistas”, que de acuerdo con Jiménez quieren detener el proyecto “a como dé lugar”, han motivado la carta firmada por el artista plástico.

En la misiva, Toledo se dice sorprendido por la falta de “respeto de esa persona a quienes pedimos que la nueva administración federal haga valer el derecho de las comunidades indígenas a dar o negar su consentimiento respecto a un proyecto que modificará radicalmente sus condiciones de vida”. También, decepcionado por “las falacias que el funcionario aduce como argumentos”. Con ejemplos de proyectos en la Riviera Maya y otras zonas turísticas del país, explica que estos “han generado cinturones de pobreza y violencia en ciudades como Cancún”.

Frente a la postura del funcionario y la descalificación de éste a los “cuestionamientos serios a una iniciativa plagada de incertidumbre”, Toledo cuestiona la posibilidad de un diálogo constructivo “como lo demanda hoy el pueblo de México”.
A nombre de Pro-Oax señala que “en nuestra opinión, la ‘cuarta transformación’ de este país no ganará credibilidad si no es en boca de personas más agudas, más congruentes y mejor informadas que Rogelio Jiménez Pons”.

El proyecto del tren, que el presidente de la República ha descartado como imposición o capricho, contempla 15 paradas, entre ellas varias en sitios de interés arqueológico, así como ricas por su diversidad natural. Calakmul, una reserva biológica con 700 mil hectáreas de bosque tropical y con vestigios importantes del periodo clásico de los mayas, tendrá una de las estaciones del megaproyecto que se espera esté en operación en cuatro años y genere millones de pesos por turismo.

El proyecto del Tren Maya comprende una inversión mixta, con una aportación de aproximadamente 10% del Gobierno y el resto, el 90, a cargo de las empresas privadas “que resulten adjudicatarias de esos contratos de inversión mixta en los concursos correspondientes”.

El 13 de febrero, en un comunicado emitido por Fonatur, el organismo señala que las empresas beneficiadas con los contratos “serán responsables de la ingeniería de detalle y de la construcción de las vías férreas, o del diseño y fabricación de los trenes, según sea el caso, y de su puesta en operación”. Además de dar mantenimiento a tales vías “por un plazo de 30 años contando a partir del inicio de operaciones”.

El apego a la ley será un eje rector del proyecto, refiere el documento, “tanto en lo que respecta al medio ambiente, como a las comunidades en la zona de influencia del Tren Maya”. Por ello, el proyecto “incluye la elaboración de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA)”, y con los resutados de esos estudios “se aplicarán las medidas de contención y mitigación correspondientes”.

Las consultas a los pueblos originarios se harán “con apego a la ley y en completa observancia del Convenio Número 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas”, detalla Fonatur.

Desde el año pasado, el artista Francisco Toledo ha externado su postura ante el proyecto del Tren Maya. En una carta fechada el 1 de diciembre pasado y dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, externa su oposición a la construcción del tren “sin tomar el parecer de las comunidades asentadas históricamente en los terrenos que cruzarán las vías”.

Tras explicar y retomar fragmentos del Convenio 169, el promotor cultural y activista pide al mandatario, “con todo respeto, hacer valer el derecho que tienen las comunidades indígenas de la región maya para otorgar o negar su consentimiento previo, libre e informado respecto a un proyecto de infraestructura que afectará sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual, como afectara también las tierras que habitan”.