Ya no hay fotografía: Laura González
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Arte y Cultura

Ya no hay fotografía: Laura González

La autora del libro La fotografía ha muerto, viva la fotografía reflexiona sobre cómo los teléfonos inteligentes llevan a replantear el oficio y el resultado de este


“Ya no hay fotografía, la fotografía es algo del siglo XIX, de fines del siglo XX; y en el siglo XXI no sé qué hay, pero eso que están usando con el teléfono celular para mí ya no es fotografía, es otra cosa”. Laura González, artista, curadora y fotógrafa, reflexiona sobre la carencia de una palabra para nombrar a la fotografía digital, aquella que difiere mucho de la hecha hasta hace algunas décadas y que se ha visto rebasada por la velocidad de los avances tecnológicos.

Tanto la forma en que se hace, las técnicas y los fines o usos, ya no es fotografía, abunda la también jurado de la tercera Bienal de Fotografía Oaxaca, que culminó ayer con la premiación del certamen.

González, quien llegó a la fotografía luego de ser grabadora, litógrafa, entre otras profesiones a las que ahora suma la docencia, reflexiona sobre lo que significa la fotografía. Y ese análisis los ha llevado a un libro que se presentó la tarde del jueves en la ciudad de Oaxaca: La fotografía ha muerto, viva la fotografía.

El nombre de la obra es un intento de la autora por desentrañar el significado de la fotografía en la actualidad y cómo los avances le han llevado a replantearse de qué manera generar propuestas buenas y creativas en un contexto donde la tecnología ha democratizado y facilitado la “creación” de imágenes.

“Trato de explicar el porqué de la diferencia y el porqué, a pesar de que se parecen y que tienen los dos el nombre fotografía, realmente son cosas diferentes”, expone la autora sobre dos tipos de fotografías: la del siglo XIX y XX y la actual, la digital.

Aunque, aclara que habla de la fotografía digital como “el medio industrial que es, no de las fotografías creativas de los fotógrafos (…), estoy hablando de la fotografía como la usa el 100 por ciento de la gente que tiene un teléfono, que es un uso totalmente distinto al del siglo XIX y XX en el que se veía la imagen”.

En la actualidad, señala González, se toman fotografías ya no para verse o imprimirse, sino para “compartir”, para dar cuenta de la pertenencia a un grupo (de amigos, de una red social).

Entonces, ¿qué pasa con la fotografía creativa hoy en día? Laura se responde que es más difícil de hacer porque hay más, está más difundida y porque basta tener un teléfono celular para hacer fotos tan buenas. Por ello, hacer una fotografía “realmente buena, creativa y propositiva requiere mucho más, porque la parte tecnológica ya está resuelta y automatizada”.

Lo bueno ya es para todos, subraya quien además afirma que para que algo sea realmente creativo e innovador habrá que romper con el formato industrial y conectarse con contenidos socialmente o estéticamente apremiantes, además de lograr comunicar algo.

“Hay una retórica tan fuerte con respecto a lo visual que romper con la retórica y volverte antiretórico, original y comunicativo es lo difícil”.

Sin embargo, en medio de esta disyuntiva, expone que lo que cambia la fotografía no es lo digital, sino el smartphone, cuando la fotografía pasa a estar en un teléfono celular. De ahí que ahora ya nadie encuadre, sino adopte una pose para la selfie o vea en la pantalla la foto de una foto.

Lo que ves en la pantalla es una foto ya producida y sólo eliges cuál “capturar”, tampoco se encuadra ni se emplean técnicas o combinaciones para lograr estilos, pues ahora estos vienen predeterminados, en los filtros, abunda González.