Niños triquis, cerca del sueño
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Niños triquis, cerca del sueño

La historia de los niños triquis, luchadores que son orgullo de México, ya cerca de hacer realidad su sueño, ingresar a la universidad


Niños triquis, cerca del sueño | El Imparcial de Oaxaca

Hace 10 años, Sergio Ramírez Zúñiga buscó en la etnia Triqui implementar un programa de estudio y deporte que le diera a los niños de la zona, mejores oportunidades de sobresalir.

Fue así como con el apoyo de las autoridades de la zona comenzó sus primeras incursiones en la escarpada montaña, para visitar comunidades, instalando su centro de operaciones en Santa Cruz Río Venado, a unos kilómetros de Putla de Guerrero y Constancia del Rosario.

Implicó un gran trabajo, convencer a padres de familia que dejaran a sus hijos, en especial a las mujeres para practicar baloncesto y para seguir estudiando.

Hasta ese momento todos tenían en mente crecer un poco más y migrar a los Estados Unidos, buscando en el país del norte mejores horizontes.

En tanto esto ocurría el campo, el cuidado de los animales, así como ayudar a mamá en la casa, eran las labores diarias.

Gracias al apoyo de las autoridades triquis se lograron los primeros viajes fuera de Oaxaca, causando revuelo por su forma de juego, pero sobre todo por jugar descalzos, pues estaban acostumbrados a estar así, los zapatos si es que habían, eran para ir solamente a la escuela.

Aguascalientes, Monterrey, Nuevo León, fueron las primeras ciudades que visitaron, fue ahí en esta última ciudad donde se ganaron el corazón de los regios que cada que llegaban, estos adoptaban a uno y en ocasiones hasta tres niños para llevarlos a sus casas, obsequiándoles ropa y zapatos.

Fue precisamente en el 2013, cuando los ojos del mundo se conmovieron con la historia de un equipo de basquetbol conformado por niños de la etnia triqui, habitantes de la Sierra de la Mixteca.

Imagínense un grupo de niños que, asombrosamente, sólo podía competir en el terreno de juego sin tenis, pues aseguraban que los tenis les restaban velocidad.

Fueron las imágenes captadas por un servidor que le dieron la vuelta al mundo, y que propiciaron que todos voltearán a verlos, pero sobre todo a apoyarlos, convirtiéndose en clara muestra de esfuerzo y trabajo diario para alcanzar los objetivos.

Y es que la región Triqui es considerara una de las zonas más pobres de Oaxaca, donde la situación económica de las familias no es la más favorable, aunado con la violencia que se vivía en esos años por esos lugares, pero fue la voluntad de los niños y la motivación de todos los entrenadores, los que lograron hacer realidad el sueño de muchos.

En ese mismo año, tras haberse coronado en el Campeonato YBOA, los niños Triquis ahora conocidos como Gigantes de la Montaña, realizaron su primer viaje a extrajeron visitando la ciudad de Orlando, donde no obtuvieron grandes preseas, pero sí supieron ganarse el respeto y admiración del público nacional e internacional. Además, ese mismo año ganaron invictos seis juegos en el Festival Internacional de Mini básquetbol en Argentina, para al fin proclamarse campeones.

Algunos de estos niños fueron becados en escuelas de Los Ángeles (EU), las Islas Canarias (España) y Alemania.

Hoy 10 años después, la mayoría de estos infantes se encuentra ya cerca de hacer realidad su sueño, ingresar a la universidad, donde buscarán culminar para después volver a sus comunidades y apoyar a sus familias, que siempre los han apoyado a la distancia.

En tanto esto ocurre, Sergio Ramírez Zúñiga arquitecto de lo que ahora se conoce como Academia Indígena de México (AIM), ya formó un nuevo grupo de infantes en la comunidad de Chindúa que se localiza a escasos minutos de la ciudad de Nochixtlán.

Así como en esta ciudad de Oaxaca, sigue trabajando con un grupo de 30 jóvenes, ahora de diversas partes del estado, así como de otras entidades, que esperan seguir sus estudios profesionales.