Esta es la verdadera razón por la que no deberías tener un televisor en tu habitación
Si al momento de conciliar el sueño e intentar dormir tenemos insomnio, es probable que el gran problema sea el televisor.
Tener un televisor en la habitación, según expertos, es una de las peores decisiones que podemos adoptar. Es que distintos estudios han comprobado los efectos drásticos de ver televisión durante la noche, momentos antes de intentar conciliar el sueño. Lo primero en lo que incidirá es en la presencia de insomnio, pero también entran en juego otras afecciones, más todavía si se mira TV con las luces apagadas.
Lo que sucede es que cuando miramos televisión a oscuras, las pupilas se dilatan y dejan que entre más luz. En consecuencia, el cerebro responderá con mayor inquietud antes de intentar conciliar el sueño. Así mismo, el resplandor de la pantalla y el ruido proveniente del Smart TV aumentan la actividad del cerebro, por lo que las neuronas se aceleran en un momento que debería ser de reposo.
En sintonía, tener un televisor en la habitación será una pésima decisión debido a que múltiples investigaciones han revelado que se altera el ritmo circadiano, por lo que el ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento experimentados el cuerpo impactará de lleno en nuestra salud. Esto empeorará ya que el cerebro no podría percibir cuándo es de día o de noche a causa de los estímulos de la televisión que simulan los captados por los seres humanos en horarios diurnos.
Dicho esto, eruditos confirmaron que si nos marchamos a la cama y queremos evitar el insomnio, será esencial apagar la televisión. En la misma línea, la exposición a la iluminación y el sonido del artefacto hará que nuestro cerebro active ciertas funciones no programadas biológicamente para que ocurran durante la noche. La consecuencia será un sueño ligero con despertares frecuentes y un mínimo descanso.
Además de afectar el sueño y causar insomnio, si tenemos un televisor en nuestro cuarto podría impactar de lleno en nuestras actividades diarias porque estaríamos más irritados, presentaríamos problemas en las relaciones y hasta podríamos desembocar en una depresión o ansiedad.
