Denuncia a su exnovio por brutal ataque con cuchillo a su familia en Puebla
La FGR busca al presunto agresor, el cual cuanta con un negro historial de agresiones y comportamiento violentos
Una escalofriante denuncia ha sacudido las redes sociales luego de que Mariana, una joven originaria de Cuautlancingo, Puebla, acusara públicamente a su exnovio, Miguel Ramsés “N”, de haber perpetrado un violento ataque con cuchillo contra su familia en la madrugada del 14 de septiembre. Según el relato difundido por Mariana en su cuenta de X (anteriormente Twitter), el joven ingresó a su domicilio, ubicado en el Fraccionamiento Punta Moreno 1 en San Lorenzo Almecatla, para llevar a cabo la agresión.
El brutal ataque dejó a su madre gravemente herida en la cabeza y el cuerpo, mientras que su hermano menor, de 12 años, fue apuñalado cuando intentó defenderla. El agresor logró huir de la escena del crimen por el cuarto de lavado del inmueble, según detalló Mariana en su desgarrador relato.
EL ATAQUE Y SU IMPACTO
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 14 de septiembre, cuando Miguel Ramsés irrumpió en el hogar de su expareja y, sin mediar palabra, atacó a su familia con un cuchillo. La madre de Mariana resultó con heridas profundas en la cabeza y varias partes del cuerpo. Su hermano menor, al intentar intervenir, también fue apuñalado. A pesar de los esfuerzos por detener al agresor, este logró escapar antes de que llegaran las autoridades.
La noticia del ataque no solo conmocionó a la comunidad local, sino que rápidamente cobró relevancia en las redes sociales, donde el perfil de X @lamarlasabrina difundió la denuncia de Mariana y profundizó en los antecedentes de violencia del presunto agresor. Según esta cuenta, Miguel Ramsés ya había estado involucrado en otros incidentes violentos y delictivos en el pasado.
UN HISTORIAL DE VIOLENCIA ALARMANTE
Miguel Ramsés “N”, de 19 años, nació en Morelos, pero creció en la zona metropolitana de Puebla. Donde forjó una relación con Mariana desde la infancia. A lo largo de su adolescencia y juventud, su comportamiento violento fue quedando en evidencia. En 2020, durante su estancia en la preparatoria Tecmilenio Puebla, fue acusado de haber acuchillado a dos compañeros de clase. Aunque la institución presionó a las víctimas para que guardaran silencio. Posteriormente, mientras estudiaba en el Tecnológico de Monterrey, se le acusó de intentar violar a una compañera. Lo que generó protestas de las alumnas durante el 8M. Sin embargo, las autoridades del instituto también silenciaron las denuncias y forzaron a las estudiantes a eliminar la información relacionada con el agresor.
En 2021, Miguel Ramsés y Mariana retomaron contacto en un gimnasio, lo que llevó al inicio de una relación sentimental en diciembre de 2022. No obstante, según las declaraciones de Mariana, el noviazgo estuvo marcado por agresiones físicas y verbales constantes, que finalmente la llevaron a terminar la relación en el verano de 2023.
Además de los actos de violencia en sus relaciones personales, Miguel Ramsés y un amigo, Christian, protagonizaron una serie de videos en redes sociales en los que vandalizaban vehículos en las calles de Puebla. Estos actos de vandalismo, que causaron indignación entre los habitantes de la ciudad, fueron grabados por cámaras de vigilancia, y los jóvenes fueron identificados públicamente meses después.
LA BÚSQUEDA DEL AGRESOR CONTINÚA
Actualmente, Miguel Ramsés “N” se encuentra prófugo de la justicia. La fiscal de Delitos de Género, Margarita Garcidueñas, informó que la Fiscalía General de la República (FGR) está trabajando en su localización. A pesar de su historial de violencia y las denuncias en su contra, el joven continúa inscrito como estudiante activo en el Tecnológico de Monterrey.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para proporcionar cualquier información que ayude a dar con el paradero de Miguel Ramsés. Quien es considerado un peligroso agresor con antecedentes violentos y delictivos. Mientras tanto, la familia de Mariana sigue recuperándose de las graves heridas físicas y emocionales causadas por el ataque.
Este caso ha reavivado el debate sobre la violencia de género en México y el papel de las instituciones educativas en la protección de las víctimas. Organizaciones y colectivos feministas han exigido a las autoridades que se tomen medidas más contundentes para prevenir y castigar este tipo de actos. El hecho de que el agresor haya tenido un historial previo de violencia y, aun así, haya logrado evadir las consecuencias legales durante tanto tiempo, ha generado indignación en redes sociales y entre la opinión pública.