VIDEO | Juez libera Vera Carrizal por el ataque con ácido a María Elena Ríos
El Juez José Gabriel Ramírez Montaño argumentó que el TSJEO “no logró destruir la presunción de inocencia de Vera Carrizal
En un giro de 360 grados, inesperado y polémico, el 14 de agosto un juez decidió dejar en libertad a Juan Antonio Vera Carrizal, el presunto autor intelectual del brutal ataque con ácido contra la saxofonista mexicana María Elena Ríos.
UNA DECISIÓN QUE INDIGNA
Durante la audiencia, el juez José Gabriel Ramírez Montaño argumentó que el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca “no logró destruir la presunción de inocencia de Vera Carrizal”, a pesar de las pruebas presentadas. La resolución, que tomó tan solo 20 minutos, provocó la indignación de Ríos y de quienes han seguido de cerca su caso.
EL ATAQUE QUE CONMOCIONÓ A MÉXICO
El 9 de septiembre de 2019, María Elena Ríos fue atacada con ácido frente a su domicilio en Huajuapan de León, Oaxaca. Este acto de violencia extrema dejó a la joven con heridas físicas y emocionales que han marcado su vida. A pesar del dolor y las dificultades, Ríos se ha convertido en una activista y en una voz poderosa que lucha por visibilizar la violencia de género en México.
En diciembre de 2019, después de una ardua batalla por justicia, dos de los autores materiales del ataque, Ponciano “N” y su hijo Rubicel “N”, fueron detenidos. Ambos fueron acusados de ser contratados por el exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal para llevar a cabo el ataque con ácido sulfúrico. Sin embargo, Ponciano falleció en abril de 2021, dejando un sentimiento de impunidad aún más profundo en el caso.
¿QUÉ SIGUE EN LA LUCHA POR JUSTICIA?
La saxofonista ha denunciado que esta decisión judicial es un ejemplo más de la corrupción. Así como la falta de sensibilidad que existe en el sistema de justicia mexicano.
En un país donde los feminicidios y la violencia contra las mujeres son una problemática constante, este tipo de decisiones generan desconfianza y desesperanza. La batalla de Ríos, sin embargo, está lejos de terminar. Con su voz fuerte y decidida, sigue exigiendo justicia, no solo para ella, sino para todas las mujeres que han sido víctimas de la violencia.
La historia de María Elena Ríos no es solo un caso aislado. Es un reflejo de una realidad que muchas mujeres enfrentan diariamente en México. La lucha continúa, y su valentía es un recordatorio de que la justicia no debe ser un privilegio, sino un derecho para todos.