Se estampan contra un muro al conducir en estado etílico en Oaxaca
Regresaban de embriagarse en un bar en donde uno de los dos jóvenes se desahogó luego de terminar la relación amorosa con su novia
Dos taciturnos amigos que regresaban a su domicilio después de salir de un bar donde uno de ellos intentó ahogar sus penas por la ruptura de su relación con su novia, a punto estuvo de terminar en tragedia.
El exceso de velocidad en el que conducía el automovilista aunado al estado de ebriedad, provocó que perdiera el control del volante y chocara contra un árbol; enseguida, el carro salió proyectado con el muro de contención en el carril contrario y el copiloto resultó lesionado.
“No recuerdo cómo pasaron las cosas, sólo sentí ya que estábamos en el otro carril y el carro se movía”, contó más tarde el conductor.
Adrián, de 20 años de edad, conducía el vehículo Renault tipo Clio color gris con placa de circulación estatal, acompañado de su amigo Carlos, también de 20 años, quienes regresaban a su domicilio en el fraccionamiento Álamos.
Alrededor de las 00:30 horas ocurrió el accidente. Los dos amigos circulaban en la carretera 190, de Oaxaca a México a bordo del vehículo después de salir de un bar donde estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes.
Al llegar a la altura de la purificadora de agua, después de pasar el puente peatonal de Santa Rosa Panzacola, perdió el control del vehículo y se subió al camellón central.
Aunada a la falta de pericia, ya no logró detener el automóvil y chocó contra un árbol y por el fuerte impacto lo derribó; enseguida, se cruzó el carril contrario y se estampó contra el muro de contención, en donde rebotó y volvió a golpearse con esta barda, estando a punto de volcar.
Recorrió un poco más de 50 metros con el automóvil, que quedó destrozado del frente, para finalmente parar a orilla de la carretera.
El copiloto sufrió lesiones de consideración y el conductor salió ileso.
No supieron ni quién llamó a emergencias, porque a los pocos minutos llegaron paramédicos de la brigada Lobos, quienes les brindaron los primeros auxilios.
Al diagnosticar que Carlos sufrió lesiones de consideración, lo trasladaron al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, donde quedó internado.
“Estos chavos se salvaron de puro milagro, yo venía de frente cuando vi sólo una humareda y cómo rebotaban. Si no es por el muro de contención se voltean y quedan prendados. No cabe duda que les ayudó la suerte”, comentó un taxista que se estacionó cerca y observaba el trabajo de los paramédicos.
Elementos de la Policía Vial Municipal tomaron conocimiento del percance ordenando el arrastre del vehículo al encierro de la corporación donde quedó asegurado, en tanto el conductor fue llevado a disposición del juez calificador en turno.
