Libre, acusado de violación en Oaxaca

Con una sonrisa en los labios y con la cabeza baja, salió custodiado por dos elementos de la Policía del Estado y acompañado de sus abogados, Gildardo abandonó la sala de audiencia donde el juez lo dejó en libertad por falta de elementos para procesar luego de ser acusado de violación.

Al salir al pasillo se encontró con su hermana, hijos y otros familiares que lo esperaban.

Les soltó que estaba absuelto de toda acusación. Al escuchar la noticias se abrazaron y varios comenzaron a llorar, pero esta vez, de felicidad.

Una niña rodeó sus brazos en las piernas de Gildardo mientras decía, “abuelito, dame un abrazo, te quiero”.

Gildardo, al sentir el cariño de la pequeña no aguantó más, le respondió el abrazo y soltó a llorar. “Si mi hija, yo también te quiero. Nadie nos va a volver a separar”.
La familia, aún cuando lloraba, se miraba unida.

La acusación
La ofendida, al denunciar a Gildardo, declaró que el pasado 24 de julio de 2016, a las 8:00 horas, viajaba con él en un taxi foráneo.

Aseguró que al llegar a su destino Gildardo pidió la parada en la calle Pinotepa de la colonia Guelaguetza, en Santa María Atzompa, para dirigirse a su domicilio y le pagó al taxista.
Asegura que enseguida Gildardo la metió a su casa a jalones y la golpeó, metiéndola a un cuarto donde la violó, por lo que decidió denunciar el caso.

Tras integrar la carpeta de investigación el juez concedió la orden de aprehensión, misma que fue ejecutada hace diez meses.

Gildardo contó que al inicio fue auxiliado por el defensor de oficio, quien le pidió dinero para defenderlo, por lo que al no tener en ese momento, fue vinculado a proceso al no declarar a su favor y como medida cautelar dictaron la prisión preventiva.

Fue entonces que su familia contrató a los abogados Miguel Ángel Varela Sánchez y Octavio Ruiz Azpeitia, por lo que se realizó la diligencia de procedencia de la suspensión condicional del proceso a prueba.
Al saber sobre la acusación, Gildardo aseguró que todo era falso. Admitió que tuvo un romance con la mujer que lo acusaba y al terminar la relación ella quedó molesta.

“Estos son los diez meses más espantosos de mi vida, ya que el delito que me acusaban yo no lo cometí, fue fabricado. Yo viví con esa mujer que me acusa, pero nunca le hice mal. Terminamos y ese fue su enojo”, contó.

“Ahora doy gracias a Dios por haberme permitido la oportunidad de abrazar a mis familiares, quienes nunca me dejaron de apoyar y estar a mi lado en los momentos más difíciles. Creía en la justicia y de verdad, ahora les doy gracias también a mis abogados.

En entrevista, el abogado defensor Miguel Ángel Varela Sánchez, recalcó que mientras en el procedimiento penal anterior sólo contaban los dichos y acusaciones del afectado y de sus testigos, en el nuevo sistema se trabaja científicamente.

Señaló que tanto en la narrativa y mecánica de lo ocurrido se dieron cuenta que las acusaciones eran falsas y no podían responsabilizarlo del delito que le imputaban.

Gildardo interrumpió la entrevista para abrazar a su abogado y señaló que tras tres meses de tomar el caso, ahora estaba libre. “Me regresaron lo más valioso que tiene el hombre, que es su libertad”, dijo entre risas y lágrimas, para después, retirarse de las oficinas judiciales con su familia, que ya lo aguardaba.