Dolorosa agonía tras explosión de polvorín
El hombre al parecer manipuló mal un cohetón y sobrevino el siniestro; perdió una mano y quedó severamente quemado, muriendo la madrugada de ayer
El propietario de un polvorín falleció la madrugada de ayer, cuando se recuperaba tras resultar gravemente lesionado luego de una explosión ocasionada por el manejo inadecuado de material pirotécnico.
Se trata de Adán O.P., de 70 años de edad, propietario de un polvorín que operaba con un permiso en regla, quien al filo de las 17:00 horas del martes se hallaba laborando en dicho inmueble ubicado en el paraje Agua Blanca, perteneciente al municipio de Santo Tomás Mazaltepec, Etla, cuando sobrevino una tremenda explosión y resultó gravemente herido.
VECINOS ALERTARON
Fueron vecinos los que se alarmaron ante el violento estruendo y rápidamente dieron aviso a las autoridades locales, las cuales notificaron de los hechos al personal del número telefónico de emergencias 911.
Tras el siniestro, el hombre salió lesionado de gravedad perdiendo una mano y resultando con quemaduras luego de la explosión. El percance se suscitó supuestamente por la mala manipulación de un cohetón.
El afectado fue trasladado en un vehículo del servicio público de la región, al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso de la ciudad de Oaxaca, en donde fue hospitalizado y tras una lucha encarnizada, la madrugada de ayer perdió la batalla contra la muerte y el deceso fue notificado a las autoridades estatales.
Al lugar arribaron agentes estatales de investigación y peritos, para llevar a cabo las diligencias de ley, entre ellas el levantamiento del cuerpo y su traslado al anfiteatro capitalino, en tanto trataban de determinar la o las causas del deceso.
Según reportes la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), se abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio, en contra de quien o quienes resulten responsables.
La zona de la explosión sería inspeccionada por personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil Oaxaca (CEPCO), además de autoridades federales, para descartar que material explosivo en la zona pudiera representar un peligro para los habitantes de esa demarcación.
