Carteristas y cadeneros de Oaxaca operan con total impunidad
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Carteristas y cadeneros de Oaxaca operan con total impunidad

Muchos de estos delincuentes ya están identificados que operan en la zona de la Central de Abasto y áreas aledañas, en donde roban con total impunidad sin que puedan frenar sus fechorías


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Carteristas y cadeneros que operan en la Central de Abasto, han hecho del centro comercial más grande del estado su zona de confort, en donde con total impunidad han convertido al robo en una forma de vida para su sustento, no importando que quien tenga que pagar sea la ciudadanía; hasta el momento no hay ley ni nada que impida que continúen haciendo sus fechorías, ya que están acostumbrados a entrar y salir de la cárcel municipal, sin que se logre terminar con estos actos delictivos. 

LA CUESTIÓN

Pero, ¿por qué si los delincuentes son detenidos en flagrancia o denunciados por sus víctimas, además de estar plenamente identificados los volvemos a ver en la calle, reincidiendo en los mismos delitos, sin que sean castigados ejemplarmente? Son varias las causas y exploraremos algunas.

De acuerdo a las autoridades, una de ellas es la falta de denuncia por parte de los ciudadanos, es decir, si son víctimas de un asalto o robo, no proceden formalmente contra ellos, ni presentan su denuncia ante las autoridades pertinentes, llámese Juez Municipal o Ministerio Público, ya que, aunque los presuntos delincuentes son detenidos y llevados ante las autoridades, si no hay parte acusadora no hay delito de perseguir y por lo tanto, después de pagar una multa o purgar algunas horas de arresto por falta administrativa, los detenidos  quedan libres.

Otro argumento que ha permitido continuar a estos delincuentes en la calle es que cuando los sospechosos o acusados de robo son presentados ante un Juez Municipal, no pueden ser procesados o sus casos judicializados por la falta de pruebas suficientes. 

Por otra parte, algunas personas que han sido víctimas de robos y asaltos refieren lo engorroso, lento, ineficiente e ineficaz que suele ser el procedimiento para realizar una denuncia y se proceda legalmente contra los delincuentes.

CASO DE DOMINICA

Por ejemplo, Dominica P.R., quien fue asaltada con lujo de violencia en las inmediaciones de la Central de Abasto, por un sujeto que portaba una navaja, que  le colocó en la garganta para que le entregara su bolso, el cual fue detenido por la Policía, refirió lo siguiente:

“Una vez que agarraron al desgraciado lo llevaron al cuartel que está allá en Morelos y ahí tuve que esperar varias horas, para que el Juez Municipal me preguntara que si quería llegar a un arreglo con el delincuente lo hiciera, de lo contrario si quería proceder legalmente tenía que ir a presentar mi denuncia a la Fiscalía General del Estado, la verdad no quería que el desgraciado ratero saliera y quería que pagara su culpa, que tal si me hubiera matado” (Sic.).

Así que Dominica decidió ir a dichas oficinas de la Fiscalía, sin embargo, grande fue su decepción pues refiere que a parte de ser atendida de mala gana, estuvo esperando más tres horas para que le hicieran caso y sólo le tomaron unos datos, luego le dijeron que después le avisarían sobre el proceso, lo que le hizo sentir el desinterés de las autoridades y que su tiempo se había perdido, como si contará con el suficiente para dedicarle a esa actividad todo el día, fue así que dijo que se percató que no sacaría nada bueno y desistió de su intención de proseguir con la denuncia.

OTRAS CUESTIONES

Muchas de las víctimas van de paso por la ciudad, algunas de ellas son turistas provenientes de otros estados o países, mismas que  si bien les va,  logran recuperar sus objetos robados, ante el engorroso trámite burocrático, se retiran sin formalizar su denuncia. 

Expertos en la materia indican que no hay un estatus de detenciones en cárceles municipales que logre impedir que las personas que delincan más de una vez sean totalmente neutralizada, ya que en la actualidad hay sujetos que son detenidos hasta dos veces por día por cometer atracos.

Las autoridades tienes identificadas varias bandas de carteristas y cadeneros, entre ellas la de La Piña y la de La Morena, quienes tiene en la mira a sus víctimas para despojarlas de carteras, bolsos, mochilas, celulares, alhajas y demás objetos, los cuales parece que ya le tiene la medida a la Policía y a los procedimientos legales, ya que para ellos pagar una falta administrativa es como pagar su cuota de permiso para laborar con total impunidad.

La mayoría de los integrantes de estas bandas entregan cuentas a un jefe, que en algunos de los casos se saben son  mujeres, quienes reciben como tributo una proporción de lo robado, teniendo a cambio ‘protección’, a lo que llaman un ‘trabajo seguro’. 

Quienes son adictos a algún tipo de droga, son presa fácil para laborar en estas bandas delictivas, por su adicción y la necesidad de su enervante, ese vicio lo mantiene delinquiendo y salen a cometer sus fechorías bajo los influjos de la droga, muchos de estos delincuentes son menores de edad, quienes muy pocas veces son detenidos por la Policía. 

EL FLAUTAS

Tal como lo refiere, El Flautas, un chamaco de 17 años de edad, adicto al ‘cristal’, “no pos hay que agarrar valor pa´que salga para matar la malilla y a jalarle pa’ que salga de nuevo pal viaje, no hay de otra, si no hay a quien bajarle algo está cabrón, nel pero siempre sale a quien darle pá tras, siempre sale valedor” (Sic.), haciendo referencias a su estado físico y al círculo vicioso que forman parte de un día en su vida delictiva.

No cabe duda que son varios los aspectos que están detrás de estas bandas de cadeneros y carteristas en donde más preguntas quedan en el aire, el tema está sobre la mesa, seguiremos informando. ¿Qué hacer en materia legal para terminar con esto? ¿Cuál es lo que como ciudadanos o sociedad debemos hacer desde nuestra trinchera para erradicar esto? ¿Qué debemos saber y cómo proceder como ciudadanos antes este tipo de actos delictivos? Son algunas de las preguntas y muchas más que deberán tratar de ser contestadas.