La riqueza que nos ha sido negada
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Opinión

Toltecáyotl

La riqueza que nos ha sido negada

 


Existe una inmensa ignorancia sobre nuestro pasado ancestral. Esto no es un hecho fortuito, es una estrategia de la colonización. El común de las personas cuando muchos creen que el pasado ancestral del país lo representan los aztecas, de apenas 196 años de existencia. 

Sin embargo, somos hijos de los hijos de una de las seis civilizaciones más antiguas del mundo y la que alcanzó el mayor esplendor humano. El problema es que lo ignoramos y, además, por la colonización, no nos interesa conocerlo. Presumimos, en nuestra ignorancia, a los griegos y romanos, pero de lo propio-nuestro, no sabemos nada. Esto nos pone en una condición de amnesia. Las personas que sufren amnesia, no saben quienes son y se sienten inseguros y temerosos, se convierten en seres muy vulnerables y frágiles. 

Pero, como personas, familias y pueblo, somos lo que recordamos, y si no sabemos de dónde venimos, no entendemos en dónde estamos y quienes somos, y mucho menos sabemos a dónde deseamos ir, quedamos perdidos en “el laberinto de la soledad”. Sí, somos un pueblo amnésico en estado catatónico al que le pueden hacer todo y solo dirá “mándeme usted, para servir a usted patrón”.  

Esta desazón que se siente en el pecho, de amar a un país que no nos pertenece, de sentir orgullo “de algo”, que no está plenamente definido y consciente. Esta derrota permanente, este saqueo incesante, esta injusticia constante, esta impotencia es el resultado de esta amnesia programada. La gente no se da cuenta de este mal, no sabe que no tiene memoria histórica e identidad cultural ancestral. Se cree “moderno” y piensa que el pasado ya pasó, y que nada tiene que ver con su presente. Durante cinco siglos, primero la obligaron a tratar de ser español, después, durante un siglo lo presionaron a tratar de ser francés y en el último siglo lo conducen a tratar de ser gringo. 

Sin embargo, cuando las personas empiezan a descubrir quienes fueron sus antepasados en verdad, cuáles fueron sus logros, cuáles son las aportaciones de su sabiduría que en el presente gozamos, y cuales son las aportaciones que le han dado a la humanidad, la perspectiva cambia. Lo he visto con mis propios ojos. He sido testigo de cómo las personas se empoderan cuando hacen suyo el pasado ancestral, cuando recuperan la memoria que les ha sido arrebatada.

Es justo y necesario saber, por ejemplo, que de los diez mega alimentos que ha producido la humanidad, cuatro son del Anáhuac. En efecto, le hemos dado al mundo el maíz, que es el principal grano sembrado en el planeta. Pero, además, hemos aportado el nopal, la chía, el amaranto y el alga espirulina. Sin dejar de mencionar al chocolate, la vainilla, la calabaza y el chile.

Somos un pueblo de inventores y constructores. Inventamos la primera calculadora del mundo, el cero matemático mucho antes que los egipcios, la milpa, la nixtamalización y la chinampa. Pero también podemos mencionar que somos los inventores del primer sistema de educación obligatorio, público y gratuito, o de la más antigua y eficiente democracia participativa, la democracia tolteca la usan cientos de municipios anahuacas y campesinos del país.

Pero existen dos inconmensurables logros civilizatorios que nuestra colonización no nos permite dimensionar. Todas las seis civilizaciones ancestrales construyeron pirámides sin ponerse de acuerdo. En segundo lugar, esta Egipto con 110 pirámides. Solo en México, pero el Anáhuac abarcaba desde Nicaragua hasta el Sur de Canadá, solo en México el INAH tiene abierto al público 193 zonas arqueológicas, y en cada una de ellas existen más de una pirámide. Somos la civilización que construyó el mayor número de pirámides. Las pirámides no fueron ciudades o centros ceremoniales en todo el mundo, fueron centros de investigación, especialmente astronómicos y matemáticos.

Esto explica el segundo gran logro de nuestra civilización Madre. Nuestros Viejos Abuelos crearon el más exacto calendario de la historia de la humanidad. Con cinco cuentas que están totalmente integradas unas con otras, es decir, la cuenta lunar, solar, venusina, de las Pléyades y la llamada Cuenta Larga, en la que el Sol gira en torno al centro de la galaxia. Este calendario solo requiere un día de ajuste cada 8320 años. Nada más extraordinario ha podido crear el ser humano, armonizar el movimiento del universo con la conciencia humana.

Esto es justamente lo que nos hace tan diferentes a los demás pueblos, que han tomado el camino de la materia y el conocimiento en favor de la explotación y que los lleva a obsesionarse en el comercial, el consumo y las guerras. Los abuelos jamás inventaron armas, moneda ni propiedad privada. Pueblos por milenios pacíficos, espirituales y comunitarios, luchando sus “guerras floridas” en contra de la inercia de la materia y la estupidez humana.

El no saber quienes fuimos, nos impide tratar de emular a nuestros antepasados. Nos limita a ser “conquistados y derrotados”. La historia es presente y futuro. Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecayotl.org