La Guelaguetza 2020
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La Guelaguetza 2020

 


La Secretaría de Cultura del gobierno del estado ha puesto a circular en la red, un promocional sobre la Guelaguetza. De manera respetuosa, creemos que es un error “manejar a la cultura como un producto comercial”. Desde el gobierno de Diodoro Carrasco hasta el actual, progresivamente se ha venido “de mal en peor”, no se dan cuenta que están acabando a la gallina de los huevos de oro. Los burócratas de la cultura cabalgan en “su hueso”, sin conocimiento de la cultura. Le entregan la producción del promocional a un publicista, que también, no conoce la cultura oaxaqueña, y es, de esta manera, como la usa y la presenta, como un producto comercial. Algo bonito para vender Oaxaca, con bellas imágenes del folclor, con rostros bonitos y paisajes hermosos. 

No se dan cuenta que con este tipo de manejo desvirtúan la esencia de la cultura, le faltan al respeto a la tradición y usan a las personas como maniquíes. Probablemente atraiga a un turismo que viene a “consumir folclor”. Seguramente la Secretaría de Turismo induzca a que se venda lo que se anuncia, como el funesto programa de los Pueblos Mágicos, que vinieron a deformar la cultura popular al uniformar a las comunidades al gusto de un programa federal.

De esta manera, lo que se está haciendo es prostituir las manifestaciones de la cultura popular, para adecuarla a una campaña comercial para “vender Oaxaca”. No se puede amar, respetar y comprender lo que no se conoce, lo que no se puede apreciar desde la superficialidad del mundo comercial.

No hay que quedarse en el “folclor” desde la mirada del colonizador. Hay que ir a lo profundo, a la raíz y la esencia de lo que somos, llegar con plenitud e intensidad a la TOLTECAÝOTL, la filosofía ancestral del Anáhuac. Oaxaca es la reserva espiritual de la nación, porque guarda en sus usos y costumbres, en sus sistemas de organización, en sus valores y principios de vida personal, familiar y comunitaria, la visión del mundo y la vida de nuestros Viejos Abuelos. Tenemos que preservar lo nuestro, no para el turismo, sino para no dejar de ser quienes hemos sido por milenios. 

Y ese es el punto, amable lector. Con estas campañas se está desfigurando la esencia de lo que se es y ha sido por siglos. Todo lo que toca el dinero y el poder, se corrompe. En este asunto hay “dos Oaxacas”, parafraseando a mi maestro Guillermo Bonfil Batalla. El Oaxaca imaginario, que está pletórico de funcionarios, turisteros, políticos y empresas que se venden a través de la cultura ancestral. Y está el Oaxaca profundo, que resiste y se defiende, enfrenta pasivamente a la prepotencia, el influyentísimo, las concesiones políticas y los apegos de la importancia personal y el ego.

Es patético ver al “comité de autenticidad”, como una extensión histórica de la Santa Inquisición. Lo virtuosos e impolutos que saben más de la cultura, que el pueblo que la crea y la  vive. Aparece en el promocional como la sapiente institución que preserva la autenticidad y que enseña a los macehuales a que no dejen de ser auténticos, para el turismo que “los consume”. No es posible que a estas alturas del siglo XXI, exista esta visión de “los rescatadores de la cultura”. Aquellos que con su sapiencia no permiten, ni un ápice, que se cambie la auténtico lo virginal, lo original. Aquellos que garantizan la calidad del producto que se ofrece al mercado. Cuando la cultura es viva y se transforma, no es estática, cambia todos los días. Ya en los años ochenta vino la Maestra Chepina La Valle (la creadora de FONADAN y una experta en la danza regional) y les dijo que no era correcto lo que hacían. Les puso como ejemplo la Danza de la Pluma, en la que los soldados de Cortés, visten uniformes de policías porfirianos…dónde está la “autenticidad”. O por qué callaron los impolutos del comité cuando se inventaron dos Guelaguetzas más, por que no defendieron “la autenticidad de la fiesta popular”. Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecayotl.org

 


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