“El nuevo acuerdo comercial en Norteamérica: La reedición de TRUMP al TLC”

Estados Unidos, Canadá y México anunciaron este lunes, tras más de un año de tensas negociaciones, el acuerdo comercial que sustituye al tan famoso Tratado de Libre Comercio que se firmó en 1994. El Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, o USMCA por sus siglas en inglés, más que otro pacto, es una reedición del acuerdo que ha regido las relaciones comerciales entre estos tres países desde hace 25 años. A principios de semana los tres gobiernos respiraron tranquilos con la adhesión de Canadá al acuerdo que Estados Unidos y México ya habían anunciado hace algunas semanas.
Para México, la firma del acuerdo antes de la transición de Gobierno en diciembre, es visto como un triunfo de la administración actual, representada en las negociaciones por el Canciller Videgaray y el Secretario de Economía, Idelfonso Guajardo. Esta situación hace pensar que la relación entre México y Estados Unidos durante lo que queda de la administración Trump, será mucho más amable en los próximos meses. Cabe destacar que las negociaciones tuvieron presencia de representantes del gobierno entrante, con Jesús Seade y Marcelo Ebrard siguiendo de cerca el proceso desde julio.
En EUA, Trump definió el acuerdo como “el más importante de la historia”, adjetivo que no deja de repetir para toda acción que realiza y que hace poco causo risas en las Naciones Unidas. Pero esta vez el presidente norteamericano puede presumir que cumplió una de sus más famosas promesas de campaña, echar abajo el TLC. Con el cambio de nombre, una de las condiciones por parte de EUA; y el manejo mediático que se le dio al asunto, el presidente norteamericano puede adjudicarse una victoria política, que lo posiciona positivamente a solo unas semanas de las elecciones intermedias en nuestro vecino del norte.
Por lo pronto, tanto el peso mexicano como el dólar canadiense respondieron positivamente a las noticias del pacto, muestra de que la incertidumbre comercial ha quedado atrás. También las asperezas entre los tres presidentes quedaron superadas, aun cuando las negociaciones se caracterizaron por la presión mediática de Trump y su administración hacia sus dos socios comerciales.
Desde la campaña de 2016, Donald había utilizado a México como su referencia para hacer comentarios negativos. Desde llamar “violadores” a los migrantes, hasta hacer la construcción del muro en la frontera el cantico en sus mitines, Trump nunca escatimó en faltas de respeto hacia nuestro país, cuando tenía que enaltecer a sus multitudes habidas de primitivos discursos de segregación. Hoy eso quedó atrás, y el presidente de Norteamérica inunda a los gobernantes, actuales y entrantes, de elogios y amables palabras en twitter.
Con Canadá, sucedió algo similar. Con una confrontación mediática constante versus Justin Truedau, a quien ahora cataloga de “responsable”. Los 3 amigos are back. Por lo pronto la peligrosa estrategia de “confrontación directa” le ha funcionado a Donald para salirse con la suya. Presionar hasta ofender en las declaraciones versus el adversario político, para llamar la atención, propiciar un entorno en donde siempre las cámaras estén presentes. Donde Trump se siente cómodo, en donde juega de local. Política del Reality Show, en donde las declaraciones pueden variar, si así lo amerita el episodio. Ya veremos cómo le va con China, con esta nueva Guerra Comercial en la que ha enfrascado a EUA.
Y así Norteamérica vuelve a ser “Los 3 amigos”. Como si nada hubiera pasado. Otro acuerdo. Mismos socios, pocos cambios, en una relación entre tres de las economías más interconectadas de nuestro planeta y que afecta de manera directa a más de 450 millones de personas que vivimos en estos tres países.
@pachecoperal
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