Un viaje “integrador” a Washington, D. C
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Un viaje “integrador” a Washington, D. C

 


Milton Keynes. U.K. Hace pocos días, el presidente López Obrador dijo que en el próximo mes de julio viajará a la capital de los Estados Unidos, para reunirse con el presidente Joe Biden. En términos diplomáticos no es usual que un jefe de Estado anuncie, sin invitación o arreglo previo, su visita a un homólogo. La Casa Blanca no ha comentado de un encuentro de alto nivel, si bien es de esperarse que Biden se muestre nuevamente afable, tolerante y accesible a conversar con el mandatario mexicano.

Se destaca que López Obrador ha fijado los términos de referencia para su probable cita en Washington, D.C. También es inusual que no haya un acuerdo mutuo para fijar los puntos de agenda, a menos que en las frecuentes reuniones del embajador Ken Salazar en Palacio Nacional, haya habido algún acuerdo en lo opaco. El mandatario mexicano dijo lo siguiente:

“Le mandé decir al presidente Biden que lo voy a visitar en julio. Voy a ir a verlo a la Casa Blanca y quiero tratar con él el tema de la integración de toda América. Porque mi planteamiento es que, así como se creó la Comunidad Europea y luego pasó a ser la Unión Europea, necesitamos hacerlo en América. Pero esto va a significar un cambio en la política, dejar la confrontación, dejar el odio, dejar la amenaza, los bloqueos, el injerencismo y optar por la hermandad, por la política de buena vecindad. En un tiempo hubo un presidente en Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, Neruda llegó a decir de Roosevelt que era el titán de las libertades por su política de buena vecindad, ¿por qué no llevar a la práctica el sueño de Bolívar, incluyendo a Estados Unidos y Canadá?”

Queda muy claro que hay una suerte de “autoinvitación” y además con un tono de exigencia en temas que, está claro, el Ejecutivo local desconoce, cómo los procesos de integración económica regional, los cuales se dan entre naciones homogéneas no sólo culturalmente, sino principalmente por los niveles de ingreso, la producción de bienes y servicios, cláusulas que no afecten a los menos fuertes. En México hay economistas que conocen la teoría y práctica de la integración: hemos sido parte de algunas de ellas, como la ALALC, que dejó de existir por inoperante. En Sudamérica hay dos importantes acuerdos: el Pacto andino y el Mercosur, constituidos por naciones que tienen muchas similitudes, pero que tampoco han resuelto los asuntos arancelarios y aduaneros, mucho menos los problemas monetarios.

Para llegar a la Unión Europea y al Euro como moneda común, debieron pasar más de 70 años que comenzaron con el BENELUX en 1921; la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) en 1950; el MERCOMÚN (Comunidad Económica Europea) en 1957; la EURATOM en 1958 hasta el Tratado de Maastricht en 1993, que consolidaba la integración económica y la monetaria, con el Euro a partir de 2000. Los países de esos grupos de integración son similares en sus economías y aun en poderío militar, casi todos son miembros de la OTAN y debieron pasar por: unión aduanera,  zona de libre comercio, mercado común,  hasta el sitio donde está hoy la Unión Europea, que no deja de tener diferencias por injerencias en criterios soberanos que hoy salen a flote: Reino Unido con el Brexit se retiró; Polonia, Hungría y Turquía ven afectadas sus políticas internas por decisiones supranacionales que parten de Bruselas, sede de la UE.

El presidente de México, como otros mandatarios populistas, cree que Simón Bolívar intentaba integrar al Continente, pero en la realidad quería para sí, una dictadura regional latinoamericana bajo su mando absoluto y suprema voluntad. América Latina tuvo su gran momento integrador en los 300 años de virreinatos, unidos por la primera globalización que fue impuesta por España. Pero hoy en día, con dos países ricos, Canadá y Estados Unidos, éste la potencia hegemónica y con 30 países en pobreza, es difícil un ensayo de integración. ¿Habrá quien le explique? (Luis Echeverría intentaba una utopía semejante con el Tercer Mundo, hace 50 años, al que buscaba presidir).

 


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