A comenzar las “hostilidades”
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Hagamos Conciencia

A comenzar las “hostilidades”

 


A lo largo de todos estos años, hemos visto como nuestros bolsillos sufren de un desgaste “natural” por el uso que han sufrido a lo largo de nuestras vidas, (según nos intentan explicar los economistas), los ejemplos que podría exponer estarían de más, ya que si usted aporta recursos para el sostenimiento de la familia, le será familiar lo que aquí se escribe; poco a poco vemos que lo que percibimos por el trabajo realizado, alcanza menos y hay que esforzarse más para llevar un nivel de vida, al que nos acostumbraron o del que estamos gozando y en muchos de los casos sufriendo; cada día la competencia entre el que tiene y casi no tiene, se vuelve encarnizada, al parecer todo gira de acuerdo a lo que comemos, vestimos, conducimos y ahora también decimos en las redes sociales, para que estos temas se vuelvan polémicos y abonen al linchamiento público, para descargar nuestra ira por no tener lo que muchos tanto anhelan, el dinero.

Desde luego, la suma de todo lo que ocurre en el país, nos modifica nuestras expectativas de vida, no podemos estar ajenos a los factores que han construido a nuestra nación, así, de la forma en como la percibimos, siempre a la sombra de las grandes potencias y sufriendo por lo que otros hagan o dejen de hacer, desde luego por la globalización de todos los recursos y el impacto que se sufre al “bailar al son que nos toquen”, si a esto le sumamos la corrupción, la violencia, el robo, el crimen y demás desgracias que todos provocan, se convierte en el México y el Oaxaca que hoy vivimos.

En el análisis que hace Nancy Balderas publicado en economiahoy.mx , menciona de algunos factores que han contribuido a la administración del presidente en turno Enrique Peña Nieto, como la de menor crecimiento y la de mayor déficit fiscal, (percepción de un servidor comprada con el sexenio de Miguel de la Madrid), en dicho artículo se indica que de diciembre de 2012 al segundo semestre de este año, la moneda mexicana se depreció un 40% frente al billete verde, por diversos factores como la renegociación del Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos. No ha sido sencillo lo ocurrido en este sexenio, recordemos también que la economía mexicana reflejó en 2013 un fuerte impacto por la desaceleración del sector manufacturero de Estados Unidos, además de un complejo comportamiento del mercado interno y externo.

El déficit del Gobierno está en la mira de las calificadoras e inversionistas. A principios de 2017, la agencia Moody’s advirtió del crecimiento de la deuda de México a 2.9% del PIB en 2016 y la inestabilidad generada en la economía local por la relación entre México y Estados Unidos. Ahora el panorama muestra un Producto Interno Bruto a un ritmo de crecimiento superior al esperado y un Donald Trump con menor credibilidad. Las finanzas públicas de México muestran una reducción en el déficit.

La implementación de reformas, como la de telecomunicaciones, permitió una caída de la inflación a niveles mínimos históricos; sin embargo, la fuerte depreciación del peso frente al dólar, aunado al incremento de los precios de la gasolina, este año, elevaron al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) más allá del objetivo de 3.0% más/menos un punto porcentual de Banxico. La tasa de referencia del banco central se ubica en niveles no vistos desde marzo de 2009. Cuando comenzó éste sexenio, había un porcentaje de inflación anual del orden de los 3.5%, en diciembre del 2015 que fue su nivel más bajo se tuvo a penas por encima del 2% y en el primero semestre del 2017 se encontraba por arriba de los 6.5%

Una desaceleración de la economía mundial influyó en el desequilibrio, aún vigente, en el mercado petrolero. La sobreoferta del commodity influyó en una caída de los precios internacionales superior a 50%, impactando los ingresos petroleros de México (el precio de la mezcla mexicana), una de las principales fuentes de recursos económicos del país. Aún se recuerda cuando en 2012 el precio de la Mezcla Mexicana rondaba los 99.61 dólares por barril, cuando en el 2017 se tuvo en 44.86.

En fin estos factores como la aprobación de las reformas estructurales, la caída de los precios del petróleo, la depreciación del peso, el Brexit, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos o más recientemente la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, han causado movimientos drásticos en los principales indicadores.

Sin embargo, como es costumbre en los últimos al menos diez sexenios, en el último año de cada gobierno, la economía crece a una tasa superior al promedio, se otorgan créditos, se les reparte a los líderes nacionales y locales, que mueven a las masas, recursos para olvidarse de los calvarios que se vivieron desde el primer año de su administración, se habla de la importancia de haber crecido en el sexenio y de la luz al final del camino, pero, la verdad es que esto no es así, seguimos padeciendo de los mismos problemas en nuestros bolsillos, esos que no suelen ser tan grandes como los de los empresarios, que dicho sea de paso en Oaxaca, muchos de ellos terminan explotando a sus trabajadores, para seguir manteniendo su estatus quo y vendiéndonos la idea del crecimiento económico de sus empresas; seguimos buscando respuestas en lugares en donde siempre serán las mismas, con una mano te dan dinero y con la otra te piden el doble de lo que ganas, sin generar los satisfactores reales a un pueblo, que como en la pirámide de Maslow, requiere al menos cubrir las necesidades Fisiológicas y de Seguridad, cuyas expectativas de cualquier ciudadano, son complicadas por satisfacer.

Como no todo es política pública y como nuestra la felicidad no depende del Presidente de la República en turno, la otra cara de la moneda es lo que nosotros hacemos, pensamos y buscamos, revisemos lo que hay en ese bolso desgastado que todos los días usamos, compremos lo que esta economía salvaje nos ha orillado a consumir, no use dinero plástico a menos que tenga la intención de cubrirlo con todo y los intereses que genere, cuide su economía y su salud mental, hoy más que nunca debemos emplear la mesura, los tiempos son difíciles y no se ve que vayan a ser los óptimos, si quiere mejorar sus condiciones, y si me permite la expresión hágase una “evaluación estructural” en sus finanzas, en su vivienda, en los lugares en donde estudian sus hijos, en lo que compra de tecnología para comunicarse, en lo que usa para transportarse, en lo que hoy día come usted y su familia, en lo que hoy día piensa y dice, tanto en el anonimato de las redes sociales, como en público, es tiempo de examinar y examinarse y decida el rumbo al menos en el que usted se vea, porque lo que corresponde a los políticos, la verdad no hay credibilidad en sus palabras y acciones.

Twitter@g_vasquez