Los estudiantes de la UABJO 
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Los estudiantes de la UABJO 

 


Este es un reconocimiento a los ex alumnos de la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca, por la historia que escribieron como alumnos y maestros en el edificio central, el único, del Instituto de Ciencias y Artes del Estado y posteriormente de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca en sus primeros años.

Vivimos parte de nuestros mejores momentos de adolescentes en el edificio central de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, antes de ser autónoma y, si el recuerdo es un camino conocido que algunas veces volvemos a andar, volver a este edifico que guarda recuerdos arrumbados en algún rincón de la memoria es para reírse con ganas; guarda fantasmas que no han desaparecido y que, por asociación, salen a sacudir el polvo del olvido y rejuvenecerse; estos que ahora desfilan para ustedes son nuestros recuerdos, los que vivimos, los que guardamos, los que nadie nos puede quitar y que el tiempo va ir agregando un mejor sabor y tal vez, algún día nos reencontremos para compartirlos y alargar nuestra vida. Por supuesto que crecimos y maduramos y los recuerdos son esto: recuerdos, es decir, revivir lo que ya pasó y que nunca más volverá.

Esta es una microhistoria que compartimos, cada uno con una visión personal. Somos parte de esta generación de los sesenta del siglo pasado, para nosotros el siglo del romanticismo, el nuestro. Debemos seguir enamorados, jóvenes, optimistas. 

El himno a los estudiantes y los colores azul y oro, de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, nos los grabaron a fuego en el pecho, cuando nos comprometimos a luchar siempre por un derecho, por un ensueño, por un amor, como campeones defensores de las causas nobles. 

Los estudiantes/ son los cruzados/ los paladines del ideal. / Por causas nobles/ siempre su brazo, / estará presto/ para luchar. / Aunque a su puerta/ llame la duda/ y aunque a su pecho hiera el dolor. / Lucharán siempre/ por un ensueño/ por un derecho/ por un amor. 

Ya siendo Universidad, el edificio central era ocupado por la escuela de Comercio y la de Derecho; las carreras que se estudiaban en Comercio eran: Contador Público y Auditor, Contador Privado; Taquígrafa Secretaria; Taquimecanógrafa y Secretarias Bilingües. 

Este edificio albergaba las oficinas administrativas: Rectoría, Secretaría General, Tesorería General, Departamento Escolar, Departamento Médico, Imprenta, Radio Universidad, Paraninfo, el Salón de Exámenes Profesionales, Sala de Proyecciones, Gimnasio con alberca, Departamento Médico, Oficinas de la Federación Estudiantil Oaxaqueña, Frente Estudiantil “Benito Juárez”, Dirección de la Escuela de Comercio y la de Derecho y la Biblioteca.

La inolvidable Escuela de Comercio. Excelente escuela, tanto por la calidad de sus maestros, como la de sus alumnos y personal administrativo. 

Escuela mixta de nivel medio superior en la que no había discriminación, ni élite de algún tipo; el mismo edificio albergaba a la Escuela de Derecho y era el lugar de reunión de todos los estudiantes de la Universidad: Comercio, Derecho, Medicina, Enfermería, Ciencias Químicas, Arquitectura, Preparatoria y Bellas Artes. 

El plan de estudios era anual; los exámenes eran individuales, orales y prácticos; especialmente versaban sobre todo lo que se había visto en el año –bien visto–, es decir: todo el libro de texto. Todo contenido en un índice que llamábamos temario. 

Los exámenes eran en el mes de noviembre pasando los Días de Muertos y te daban vacaciones un mes antes para preparar exámenes; en el día buscabas lugares tranquilos y sin ruido para interrumpir a los que estaban estudiando y en las noches lugares públicos bien iluminados para hacer diabluras; a este periodo lo llamábamos “las preparadas”. 

Los actos que se celebraban en El Paraninfo, en la Sala de Proyecciones y en el Gimnasio, eran parte de la vida estudiantil con los Viernes del Llano, la Samaritana, el baile del uniforme, el baile del sábado de gloria y por supuesto la Semana del Estudiante en el mes de mayo y en ella participaban casi todos los alumnos de la Universidad. 

Durante la gestión de nuestro inolvidable maestro, Lic. Agustín Márquez Uribe, como director de la escuela de Comercio y posteriormente como rector, en el Paraninfo había concursos estatales de oratoria, declamación y sesiones literario musicales. 

En la Sala de Proyecciones admiramos películas de Sergéi Eisenstein: El Acorazado Potemkin, Iván El Terrible y ¡Que Viva México! y de Charles Chaplin: Candilejas; siendo estudiantes, en este espacio dictamos nuestras primeras conferencias y discutimos con expositores invitados.

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