La danza del árbol
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Estratega

La danza del árbol

 


Me preguntaron, el jueves pasado, 25 de marzo, sobre el sabino, viejo de agua o ahuehuete de El Marquesado ¿Quién lo sembró? es un árbol, que, como en este caso, “aparece solitario muchas veces, de trecho en trecho, a distancias casi regulares, tal vez predeterminadas, lo que implica que fueron sembrados adrede esos árboles, por algún ser humano que quiso demarcar con precisión esos lugares, y perpetuarlos para un fin previsto, y meditado de antemano.” Campos Ortega 1927.

Víctor Jiménez escribe que: “Se valora lo propio desde la mirada del extraño, es decir, del viajero. . . Es mucho lo que se puede aprender sobre la historia de Oaxaca gracias a los testimonios de muchos extraños (los viajeros) que han pasado por aquí. . . Un viajero yucateco, José Patricio Nicoli, dejó constancia de una ceremonia que tenía lugar en El Tule, celebrada por última vez en 1834.Se decía que ésta recordaba los ritos antiguos, y consistía en el sacrificio de una paloma, en un baile conocido como La Danza del Sabino, en una tamalada”. Huaxyacac 1993.

Los zapotecos iniciaban su año en la época en que los árboles florecen, el 20 de marzo; la fecha coincidía en sus calendarios, astronómico y religioso; celebraban la llegada del año nuevo con gran alegría bailando bajo la sombra del ahuehuete más grande; era una fiesta grandiosa a la que asistían señores de diferentes lugares.  

El árbol de El Marquesado, es un gigantesco sabino o árbol del agua o viejo de agua, según su nombre en náhuatl (ahuehuete) Con una edad de más de 1300 años.  Su nombre común es ahuehuete ó sabino y el  científico: taxodium mucronatum-(ten), familia:  taxodiocea, género: taxodium.  

Este tipo de árboles crecen lentamente, evolucionan y pueden rehacerse de una mutilación, pueden adoptar, en su tronco y ramas, formas sumamente caprichosas. 

La parte central de la celebración prehispánica del Jueves de los Compadres, era la Danza del Árbol que un grupo de hermosas doncellas bailaban alrededor del viejo de agua más grande —según Hugo Conzatti en 1921, medía quince metros con quince centímetros de perímetro—; vestían ropa blanca talar de algodón; ceñían sus sienes con esbelto penacho de vistosas plumas; clavado en el pelo portaban un malacatl; ricas joyas que colgaban de las orejas y del cuello en forma de collares y otras rodeaban sus brazos como pulseras; finos anillos de gran valor brillaban en los dedos de las manos; calzaban sus pies con sandalias tejidas con hilos de varios y bellos colores. 

Consagradas al culto de Pitao Cocobí, dios de la abundancia y de las mieses, lo adoraban con cánticos y bailaban al son de flautas, teponaxtles y otros instrumentos musicales para atraer la fertilidad de la tierra. 

Estas bijanas (consagradas a dios) amadas del cielo, profesan castidad temporal; para recibir el año nuevo ayunaban y hacían penitencias durante cuarenta días. En el momento de la adoración ofrecían sacrificios en los que degollaban palomas y otras aves. Se postraban quemando sobre incensarios hojas de beleño molido y derramaban perfumes mientras cantores entonaban poéticas alabanzas. 

A la feria o tianguis también asistían sus súbditos quienes mediante almendras de cacao (diez de las cuales equivalen a un octavo de real); oro en polvo depositado en cañones de plumas gruesas y pedazos de cobre o plata servían para cambiar en el mercado por otros objetos de utilidad; trueque al que decían, feriar; adquiriendo por este medio cada familia cuanto necesitaba para vestirse y vivir descansadamente muchos días. En el tianguis conseguían: oxitl, tzapotl, metatl, malactl, totomoztli, achiotl, chicalotl, añil, cachcli, maxtlal, huepilli, majtlal, grana, hamacas, pita, báculos, cerbatanas, arcos, flechas, lanzas, hondas, tunas, tabaco, plátanos, hicacos, mantas de algodón galanas de mil colores, calabazas, cañas de azúcar, pan de maíz, pimiento, chía, mameyes, chicozapotes, instrumentos musicales y de labranza, hachas de cobre y de piedra, cuajinicuiles, cuajilotes, tejate, nicuatole, atole, miel cruda extraída del maguey, chepiches, guajes, guajolotes, anonas, guayabas, nísperos, conejos, carne de venado, plumas, productos de palma y de carrizo, loza, obsidiana, jade, onix, cacao, huevos, fríjol, gallinas,  pájaros y pescado. 

La feria o tianguis y la danza del árbol se siguieron celebrando hasta 1834. Los castellanos identificaron el día de la fiesta del año nuevo y la danza del árbol con el jueves anterior al miércoles de ceniza y para que los indios olvidaran esta idolatría, construyeron en el mismo lugar, un templo dedicado a la Virgen María y presidido por un santo cristo El Señor de Santa María.

[email protected]