El último tranvía
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El último tranvía

 


Pocos oaxaqueños sabemos que en la ciudad hubo alguna vez el servicio de tranvías; en 1824 se empezaron a levantar las vías.
La estación terminal de la Garita de El Marquesado fue el lugar que el Gobierno del Estado, el representante legal de La Oaxaqueña, S.A., y el Ayuntamiento de Santa María Oaxaca -Marquesado-, eligieron para que tuviera lugar, a las diez de la mañana, la ceremonia oficial de inauguración, el 26 de junio de 1887.
El programa fue el siguiente:
1.- Himno Nacional. Banda de Música de Artillería
2.- Entrega de la obra por el ingeniero constructor Sr. Ignacio Pérez Guzmán
3.- Palabras del gobernador del Estado Lic. Agustín Canseco
4.- Discurso a cargo del Sr. Francisco Jesús Muñozcano
5.- Inauguración
La policía del Estado montó una Guardia de Honor para recibir a la comitiva. Después de que la Banda de Música de Artillería tocó el Himno Nacional, que entonaron los presentes.
El Sr. Pérez Guzmán ocupó la tribuna y dijo:
“Tengo la satisfacción de haceros formal entrega del primer tramo de ferrocarril que se construye en el Estado… para las más grandes empresas el trabajo principal consiste en dar el primer paso, debemos hoy regocijarnos porque este se halle terminado y no debéis desmayar sino continuar vuestras tareas hasta lograr realizar este importante objeto si no queréis perder estérilmente lo poco que se ha hecho… y
Cábeme la satisfacción de haber construido en esta fértil región la primera vía férrea, pequeña, insignificante, defectuosa tal vez, pero será la semilla que fructificará oportunamente fecundada por vosotros…”
… Hoy apenas llegamos del centro de la ciuda”d a esta Garita, es decir, al principio del camino, pero hemos dado el primer paso, y no lo dudéis, por este camino debemos pronto poder ir sobre las arterias de acero para todas partes del mundo…
…¡Obreros de Oaxaca! Que no se mortifique vuestro amor propio porque os llame así; desde el Gobernador que me escucha y que tan eficazmente ha ayudado a esta Empresa, los capitalistas que han ministrado los fondos, hasta el último peón que ha colocado el clavo sobre el durmiente, todos somos obreros en la grande empresa del progreso, de hacer lucir la verdad a través de las preocupaciones, el título es pobre pero honroso. La mano encallecida por la herramienta es tan respetable como la frente arrugada por el estudio; pero ni el sabio ni el obrero cumplen su misión si emplean mal el producto de su trabajo; la familia, la patria y la humanidad, necesitan recoger la herencia a la que tienen derecho; y vuestros hijos, vuestros compatriotas, vuestros semejantes, guardaran con respeto vuestra memoria, siempre que vuestra experiencia les haya servido para facilitarles el paso por el camino de la vida; pero no olvidéis que esa experiencia solamente se adquiere poniendo en práctica estas virtudes: ¡Trabajo y Constancia!
Discurso del gobernador:
“Señores: Si en los siglos pasado el clarín guerrero era la señal de que un pueblo se armaba para ensanchar sus límites o defender sus posesiones; si el cristiano luchaba con la cruz y la espada y el árabe con el Corán y el alfanje para defender sus creencias y dominar a sus enemigos, y si entonces la guerra y el incendio, la fuerza y la matanza eran solo la razón de los pueblos y los medios de su engrandecimiento; en el presente siglo la humanidad se reconoce hermana y considera el trabajo como el medio único de todo progreso y bienestar social… el ameritado Sr. General Luís Mier y Terán, nuestro actual Gobernador constitucional, obtuvo la magnífica concesión que todos conocen, y se trabaja sin descanso para que esa obra llegue a un pronto y feliz término.”
“Antes de esta última concesión, en 1881, un grupo de ameritados oaxaqueños impulsado por el filántropo y modesto propietario Sr. Francisco Uriarte formó una compañía con el título de anónima “La Oaxaqueña” para establecer el Tren Urbano en esta ciudad, formó también sus estatutos y obtuvo del Sr. General Porfirio Díaz, entonces digno gobernador del Estado, su sanción y amplias concesiones a favor de la Empresa, y reunidos considerables fondos, acordó solicitar la eficaz cooperación y representación de nuestro activo y probo gobernador constitucional Luís Mier y Terán.”
“Este hábil mandatario, comprendiendo las ventajas que vendrían al Estado llevando a cabo tal empresa, aceptó la comisión y con la actividad y acierto que le son característicos, pidió al extranjero los materiales necesarios, suplió de las arcas del Estado las cantidades que faltaron, empleó los demás elementos que estuvieron en sus manos y bajo la dirección del entendido ingeniero Ignacio Pérez Guzmán, en pocos meses dejó casi concluida la obra que hoy inauguramos.”
“Enorgullecido por hacer tenido la feliz oportunidad de cooperar a la terminación de tan halagador ensayo, me cabe la satisfacción de entregar la obra a la Junta Directiva de los accionistas, para que desde este momento ponga en explotación la vía si merece los honores de su aprobación.”
“Por ahora no se pueden comprender las inmensas ventajas que esta mejora debe proporcionarnos: esperemos resignados; y cuando ella se ligue con las grandes vías que del centro y extremos de la República atravesarán muy en breve nuestro suelo, entonces recogeremos abundantes frutos de la pequeña semilla que se ha sembrado hoy, y bendeciremos los nombres de los esforzados fundadores de esta empresa.”
El señor Muñozcano dijo:
“Los señores Terán y Canseco saben dar garantías a sus gobernados, como impulso a todas las nobles aspiraciones; no desmayemos jamás. Formemos estrecho círculo a tan altos mandatarios, levantando con sus esfuerzos las columnas de nuestra regeneración.”
“Sí, valientes oaxaqueños, vosotros formáis una grande agrupación de la República, que es tan grande en la guerra para sostener incólumes nuestros principios liberales, como sois grandes en la paz para levantar el templo del trabajo…
¡Pueblo oaxaqueño! ¡Viva el progreso!”
Fuente: Periódico Oficial del 30 de junio de 1887.