Diputados, a temblar
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Diputados, a temblar

 


Una especie de última estocada significa el resultado de la revisión de cuentas al (peor) Congreso de Oaxaca que realiza la Auditoría Superior de la Federación. La petición para hacer el corte de caja la hicieron un grupo de diputados inconformes por el dispendio de dinero público que recibe el llamado Poder Legislativo. Fuentes fidedignas indican a esta columna que, aunque oficialmente reciben aproximadamente 650 millones de pesos, el año pasado les dieron otra cantidad similar ante sus gastos tan dispendiosos, para poder cerrar 2019.

Digo la última estocada porque así lo ven los adversarios del senador Salomón Jara. Dicen que su grotesca intromisión en el manejo del presupuesto camaral, primero con Laura Estrada y ahora con Horacio Sosa, ha provocado la quiebra financiera y, como consecuencia, exigieron la auditoría. Viene ahora el resultado y, en noviembre a más tardar, según les ha comunicado la ASF, se sabrá el monto de los desvíos del presupuesto. El faltante significa -dicen- la última estocada para apaciguar el futurismo político del senador mencionado. 

Lo que derramó el vaso en el primer año legislativo fue la manera tan desaseada con que costearon con dinero de la Cámara el destape del mismo Salomón como candidato a gobernador. Recuerden que en política no existe el pre. 

No es justo, dicen diputados consultados, que la 64 Legislatura sea considerada la más dispendiosos del país y la menos productiva. 

El despilfarro se lo debemos a los dos, me dicen, pero lo más grave es el divisionismo que está creciendo al interior de la Cámara. De los 26 diputados del Morena, unos diez siguen de manera ignominiosa al senador Salomón Jara empecinado en hacer del Morena en Oaxaca un atajo de borregos no un partido de gente pensante, con ideales. Otros diez se han replegado al grupo que encabezan Ericel Gómez Nucamendi y Othón Cuevas y el resto anda divagando con notorio desencanto de lo que sucede con los diputados surgidos de un partido que pretende ser diferente.

BIEN QUE POR MAL NO VENGA  

Mis informantes dicen que el lado bueno de esta confrontación provocada por las ambiciones del mismo Salomón Jara es que logró unir a más de diez legisladores en su contra. Todos firmaron para exigir la auditoría cuyos resultados pronto estallarán un gran escándalo que necesariamente salpicará a quien pretende erigirse en una especie de Tlatoani (“Señor de la palabra y la verdad, de la sabiduría y de la responsabilidad”).

Aunque los diputados que se atrevieron a pedir la intervención del Auditor Superior de la Federación, el oaxaqueño David Colmenares Páramo -muy ligado al diputado Ericel Gómez- conocen los intrincados caminos de la política, aseguran que la auditoría está en curso y que sería muy difícil que alguien la suspendiera máxime que las relaciones de Jara con el presidente López Obrador, han venido de más a menos.

En contraparte, los que andan con un matiz angustioso y hasta de incertidumbre son el mismo Salomón y su grupo de domesticados al interior del llamado Poder Legislativo, entre ellos los siguientes diputados:

Laura Estrada Mauro que el año pasado presidió la Junta de Coordinación Política: su sucesor Horacio Sosa, Elisa Cuevas, Timoteo Vázquez Cruz, Elisa Zepeda, Mauro Cruz Sánchez, entre otros. Son unos diez los que, ante el predominio de Jara llegan a la sumisión ignominiosa. Esta decena de mansos diputados están convencidos de que la curul que tienen se la deben a Salomón, no al partido Morena, menos a López Obrador. 

PARA NEGOCIAR  

Esto es lo que ha despertado suspicacias no sólo en el presidente AMLO, también entre muchos miembros del gabinete presidencial y, especialmente, entre la dirigencia nacional de Morena. Lo que vino a acabar definitivamente con la concordia morenista que había en Oaxaca, son los dos desplantes más recientes del falso Tlatoani: 

1.- Su atrevimiento de imponer, vía su espurio consejo estatal, a su sobrino Sesul Bolaños como presidente del comité directivo estatal del Morena. Dicen que lo que busca es el control total del presupuesto de 60 millones de pesos que recibe este partido en Oaxaca. 

2.- Entre bromas y veras, dicen que, al participar su incondicional Flavio Sosa Villavicencio como candidato en la elección interna del Morena, no es para ganar sino para sacar raja. En el trasfondo lo que quieren, Jara y su demonio, es que los llamen a negociar no ganar la Secretaría General.  Esta dupla sabe que no tienen la mínima posibilidad de triunfo, pero quieren hacer lo que saben: presionar. A eso se debe que el mismo Jara en su discurso de presentación de su candidato haya dicho: “Flavio ha sido un protagonista de grandes acuerdos, particularmente en momentos de mucha tensión” ¿Más claridad?   

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