En tropel

En el tropel de los tránsfugas del PRI, salta un ruidito. Este partido no ha oficializado la renuncia de su distinguido militante Héctor Pablo Ramírez Leyva. Acaso ¿en el PRD esto no es requisito?

Está bien que el partido necesite respiración artificial de algunos priistas sobresalientes para mantenerse, aunque sea, en estas elecciones, pero deberían cuidar un poquito las formas.

Aunque Ulises Ruiz llevaba tiempo grillando, sorprendió a muchos que el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Ángel Ávila Romero, haya confirmado, a bote pronto, la designación de Ramírez Puga Leyva como candidato al Senado de la República en la primera Fórmula. Otro asunto que no pasa desapercibido es el hecho de que HP no haya renunciado formalmente y menos, dado las gracias al PRI que le dio fama y poder.

El mensaje es que los creadores de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya y Miguel Ángel Mancera, parecen urgidos de priistas que pudieran llevarles dinero y algunos votos. En el cola larga de Chalcatongo, encontraron el espécimen.

Los que escucharon el canto de Ulises, pecan de ingenuos. No advirtieron que en la coyuntural alianza PAN-PRD, llevan las de perder.

En Oaxaca está aún fresco el recuerdo del brutal saqueo del patrimonio de los oaxaqueños que hicieron Gabino y su banda de forajidos. No hay que olvidar que estos dos partidos y el apagado MC de comparsa, integraron la primera alianza electoral similar. Aunque ya no se llame “paz y progreso” y ahora la conozcan como “Por México al frente”, es el mismo onagro que empoderó a Gabino Cue.

Las traiciones en política son comunes, abundan. La novedad es que la noche del martes pasado, supimos que el notable priista Héctor Pablo Ramírez sería candidato a Senador pero no por su partido (aún), el PRI, sino por el Sol Azteca. Finalmente abjuró del partido del que fue presidente estatal.

Esta designación dejó tan confundido a los perredistas orgánicos, no los chaqueteros sino a los que ni el canto del mesiánico Peje convenció, parece que, finalmente, se cumplen los barruntos de AMLO al dejar el partido amarillo. “va a quedar desfondado”.

El cuasimodo azul-amarillo carga el estigma de haber procreado ese monstruo que, en la figura de Gabino Cué, depredó Oaxaca. Difícil que el voto del ciudadano consciente quiera revivir la bestia.

Son insistentes los intentos de perredistas que pretenden saltar al Morena. Pocos han logrado su objetivo y los que se quedan muestra indiferencia. Nadie reclama la ola de tránsfugas del PRI. Señal de que es un partido sin futuro y menos de la mano con su antítesis, el PAN.

Hay grandes beneficiarios que con descaro abandonan el barco. Carol Altamirano y Juana Cruz. Esta dama mixteca siguió los pasos traicioneros de su pareja, Pedro Silva, con tal de ser candidata a diputada por Huajuapan. Pedro fue el primero en renegar del PRD. Saltó al Morena para no ser investigado por el tráfico de más de cinco mil concesiones cuando fue titular de Sevitra.

El hastío de la militancia por el sesgo de un PRD cuya doctrina está desfigurada, facilitó el arribismo de priistas como doña Titis Rodríguez. El hecho de dar a un priista como Corpus, el privilegio del número dos de la lista plurinominal para diputados federales, a nadie movió.

Otra cosa que se venía venir es que Daniel Gurrión también saltaría al PRD en pos de una diputación federal. Ante el fracaso de su hermano Samuel por ser candidato a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, Daniel, ex edil de Juchitán, en sus tiempos de priista, será abanderado perredista ¿Qué otra cosita desea en el PRD el exgobernador priista Ulises?

Purgas

La única protesta, aunque muy apagada, por la irrupción tricolor en el PRD, es la de Raymundo Carmona, dirigente estatal.

La que vendió bastante caro su amor fue Eva Diego, diputada local hija de Eva Diego, diputada federal. (Qué bonita familia).Se alejó del diablo de Chalcatongo, hasta que le concedieron estar en el número uno de la lista de candidatos a diputado federal plurinominal. Raymundo ganó la partida a su compinche, José Julio Antonio Aquino a cuya hija, Elim, le quitaron oportunidad de ser candidata. El que vendió cara su lealtad, después de los concebidos coqueteos a la cofradía de los adoradores de “El Peje”, es el diputado Francisco Martínez Neri. Su nombre será anotado en el número dos de la lista plurinominal. Esto le garantiza otra beca de tres años y más negocios, en el congreso.

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