Estalla la crisis
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Estalla la crisis

 


El primer round de sombra entre el nuevo titular de la SSO y los grupos sindicalistas, lo presenciamos ayer como corolario de la incertidumbre que vive esa institución tan saqueada y ultrajada durante el “Gabinato”.Está tan avanzado el cáncer que corroe las tripas de la Secretaría de Salud y las entrañas de su sindicato, que la crisis no solo pone nervioso al nuevo secretario, Juan Díaz Pimentel. También pone contra la pared al líder de la Sección 35, Mario Félix Pacheco y otros dirigentes a quienes señalan de “entreguistas y cómplices” por avalar las rapacerías que terminaron por llevar a la SSO a la situación insostenible.
Cuando los sindicalistas sensatos se enteraron de la mentira de que “van a correr a miles de médicos, paramédicos y enfermeras”, desmintieron la versión. Aclararon que en caso de que Juan Díaz “se atreva” a reducir la nómina tendría que hacerlo con los empleados administrativos sin perfil. Me dicen que, la mayoría de los dos mil que calculan reducir, fueron contratados por compromisos de los líderes sindicales y altos funcionarios que colocaron “a sus novias, efebos, parientes y recomendados”. También vendieron bases, igual que en el cártel 22.
Actitud tan corrupta llevó a la SSO a la aberración de tener más secretarias, choferes, empleadas y ayudantes de todo tipo, que personal médico. Se preguntan ¿si lo que estamos peleando es por falta de médicos, enfermeras y paramédicos, como van a correr a los que no hay?
Es el motivo por el que ayer, a la vez que reclamaban la falta de pago a los “regularizados”, amenazaron con desconocer a Mario Félix y otros dirigentes de las subsecciones. Dicen que “son los culpables de la situación por la que estamos atravesando los trabajadores ante la falta de pago de la quincena, porque son cuatro años que ustedes han sido cómplices de la autoridad; cuatro años en los que no han defendido los derechos de los trabajadores ante la autoridad, sino todo lo contrario…han sido cómplices; han consentido la entrega de falsos nombramientos al personal regularizado y formalizado. Son cómplices al permitir que nos paguen fuera de tiempo”.
En la larga lista de señalamientos contra sus directivos sindicales, remachan que “son también cómplices por permitir que se reparta la dotación de uniformes incompletos y de mala calidad; por solapar abuso de autoridad dentro de la misma sección sindical con tantos delegados que permanecen en el poder para meter a sus familiares dentro de la secretaria de salud para cubrir espacios sin perfil académico”.

Amenazas

Tan insostenible es la situación que la vorágine arrastra, no solo a los funcionarios de la SSO, también a los sindicalistas. La base estaba calculando anoche tomar hoy las oficinas de la sección sindical para desconocer a Mario Félix y a otros directivos e integrar una comisión para una dirigencia provisional que realmente defienda los derechos de los trabajadores.

La cloaca

El desfase económico de la SSO es espantable y muestra las causas de que más de un millón de oaxaqueños de escasos recursos no pueda recibir los servicios a la salud que el gobierno tiene la obligación de proporcionar.
La crisis la define el Secretario Juan Díaz: “recibo la Secretaría en total desorden, con un pasivo de seis mil millones de pesos. El riesgo es que al finalizar este sexenio del gobierno federal, tendríamos un pasivo de siete mil millones de pesos. Sería un escándalo sin precedentes y la Secretaría de Salud no tendría viabilidad financiera.
Según Díaz Pimentel, hay dos causas que llevaron a esta crisis. La deshonestidad en el gobierno anterior y a la irresponsable administración. Explica que en el caso de los regularizados el dinero viene del Seguro Popular y tomaron la costumbre de no entregar el presupuesto con puntualidad. Para pagar los salarios disponían, indebidamente, de los impuestos que les descontaban a los trabajadores de base. Pagan a los regularizados pero abrían otro hoyo porque ese dinero debería ser para pagar el fondo de pensiones, cuotas del ISSSTE y el ISR. Al desviar ese dinero se pone en riesgo la jubilación y prestaciones médicas de los trabajadores que se retiren.
Esto significa desvió de recursos y quien lo haga se hace acreedor a una pena que puede ser de tipo penal. “Yo no estoy dispuesto hacerlo, no haría nada ilegal”.
El monto de lo desviado es de miles de millones porque vienen haciéndolo desde el sexenio de Felipe Calderón. Irresponsablemente, sin tener el soporte presupuestal ni la autorización del gobierno federal, contrataron, engañaron a los trabajadores.
No renovarles el contrato es una medida drástica pero es preferible a dejar sin atención médica a más de un millón de oaxaqueños.

Se veía venir

Aunque el titular de la SSO culpa a los que manejaron la Secretaría en los últimos seis años, hay trabajadores que sostienen que los líderes sindicales contribuyeron mucho a la crisis al participar en la corrupción.
Dicen que Mario Félix, Alberto Vázquez Sangermán y otros líderes sindicales se coludieron con el ex secretario Germán Tenorio y participaron en la gran corrupción “para mantener cerrada la boca”. En el sexenio pasado promovieron el mayor número de huelgas y paros locos. De esta manera la parte patronal les permitían traficar libremente con las plazas y participar en los negocios como la compra de medicamentos, implementos y uniformes de trabajo.
Recuerdan que con dinero del Seguro Popular, financiaron la campaña del galeno Sangermán cuando quiso ser secretario general de la Sección 35. No había dinero para medicamentos ni para mantenimiento de hospitales públicos pero que tal para pagar campañas sucias, recuerdan los empleados.

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