Tres Puntos en la Revolución Mexicana
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Entre columnas

Tres Puntos en la Revolución Mexicana

 


La Masonería, es la institución del desarrollo de la filosofía moral, que tiene como finalidad construir mujeres y hombres virtuosos que sean útiles al género humano. Es una orden iniciática de inspiración divina y se administra por seres humanos que comparten la voluntad de ser mejores personas, desarrollando sus diferentes niveles de conciencia, a saber: la conciencia moral, que es la que nos permite discernir el bien del mal; conciencia social, que nos permite percibir como la interacción con nuestros semejantes afecta nuestro propio desarrollo, y la conciencia espiritual y divina, y por consecuencia lógica y natural, al desarrollar la conciencia social, el ser humano se da cuenta que es un ser político y tiene la capacidad de desarrollar estructuras complicadas de convivencia y someterse a ellas, y así crea el estado a su imagen y semejanza, como una abstracción perceptible en su propio universo, a través de la intuición y la razón y que al día de hoy definimos como una sociedad legalmente establecida en un territorio determinado, con una forma de gobierno y un ordenamiento legal vigente.

 

Y me refiero a que es una consecuencia lógica y natural, porque, estas personas que desarrollan constantemente sus capacidades físicas, psicológicas, sensibles, intelectuales y esotéricas, adquieren el imperium para intervenir directamente en el desarrollo de la civilización a la que pertenecen como género humano, por lo que, la Masonería ha tenido una fuerte influencia en la historia y formación de los Estados Unidos Mexicanos.

 

Por lo que podemos recordar que, el pertenecer actualmente a una República federal,  representativa, laica y democrática, en la que la Soberanía resida en el pueblo, es resultado de un proceso evolutivo impulsado precisamente por mujeres y hombres que han logrado llevar a cabo la materialización de los ideales adquiridos en las logias masónicas de los diferentes ritos, que tuvieron gran influencia en los principales acontecimientos de la integración de los Estados Unidos Mexicanos, como los conocemos actualmente: la Independencia: la Reforma y la Revolución Mexicana.

 

Aprovechando las fechas, me referiré a la Revolución Mexicana, de manera muy breve por el espacio de esta Columna: la Revolución Mexicana fue un conflicto armado en México que se dio durante los años 1910 a 1917, culminando con la promulgación de la Constitución Política que se encuentra vigente.

 

José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, cuyo seudónimo masónico era “El Pelícano”, perteneciente a la Respetable Logia Simbólica Cristo número 1 en el oriente de Oaxaca de Juárez, Oaxaca, logró la unificación de la masonería bajo la llamada “ Gran Dieta Simbólica”, con la finalidad de tener un control  directo sobre los diversos semilleros ideológicos de facto que eran los ritos masónicos que prosperaban en el país, pues las logias urbanas eran afines al Porfiriato, mientras que las logias foráneas discutían ideas en contra de los excesos del poder legalmente constituido convertido en tiranía; sin embargo, a pesar de ser un tenaz defensor de las leyes de reforma, cedió ante las presiones del clero, siendo su representante el Arzobispo de México, Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, quien lo obligó a renunciar a la Masonería, a cambio de casar por la iglesia a Díaz con su primer esposa, Delfina Ortega, que se encontraba agonizando y no podía recibir la extremaunción por no ser digna, ya que había vivido en unión siendo sobrina del General Díaz; cabe hacer mención que Porfirio Díaz estuvo en el poder durante 31 años, a pesar que en el la revolución de la Noria se levantó contra Benito Pablo Juárez García para evitar que contendiera en una nueva elección, con el lema “menos gobierno y mas libertades”.

 

La Revolución Mexicana inició con la Insurgencia de Francisco Ygnacio Madero González; quien era masón y espiritista; en 1911 recibió el grado 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y en 1912 el grado 9º del Rito Nacional Mexicano redivivo y reorganizado, sin embargo, después de la decena trágica, y el homicidio de Madero en febrero de 1913 siendo el líder político mas importante del momento, la masonería cayó en el caos, y es hasta 1929 cuando es impulsada por dos hermanos notables de la orden: Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río, con la finalidad de apoyar al “gobierno de la revolución”, retomando los principios e ideales que dieron vida a dicho proceso armado, y que el día de hoy se encuentran consagrados en nuestra Constitución Política, como parte del pacto político social que nos rige.

 

Podemos ver como la Masonería ha sido el espacio natural de difusión de ideas, tanto liberales como conservadoras, incluso ante la falta de instituciones políticas definidas, teniendo así una notable influencia en la formación de las Instituciones de la hoy República Mexicana, orden que se encuentra vigente, pues aunque existe el deber cívico de coadyuvar con el gobierno civil de la región a la que se pertenece, también se estudia para detectar las causales de las miserias morales del pueblo combatir a los enemigos de la civilización: la ignorancia, la indiferencia y los vicios del poder constituido.

 

Es cuanto.

Twitter: @jaivelmar

Facebook: jaivelmar.

[email protected]

www.jackyruiz.com

[email protected]

 

 


aa

 

Relacionadas: