La Salud y el Estado de Derecho
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Entre columnas

La Salud y el Estado de Derecho

 


La Organización Mundial de la Salud, define a la salud, como un estado perfecto y completo de bienestar físico, mental, y social, y no sólo la ausencia de enfermedad, lo anterior implica que los seres humanos debemos mantener en equilibrio todos los aspectos de nuestra vida, para estar en un estado de plenitud y desarrollo, así, la salud debe contemplar el correcto estado físico, emocional y de relaciones humanas de una población, situación que no es actual, pues Platón fue el autor de la frase “mente sana en cuerpo sano” entre los años 427 y 347 Antes de Cristo, misma que surge como una plegaria para que los dioses nos ayudaran a cultivar una mente sana y un cuerpo sano para mantener nuestra alma saludable, así mismo existe un axioma que refiere: “mente, cuerpo y espíritu”, lo que implica que para la plenitud del ser humano, debe existir un equilibrio perfecto de bienestar entre dichos elementos.

Actualmente vivimos una crisis de salud a nivel mundial, pues el 11 de marzo del año 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró que la enfermedad por virus COVID 19, es oficialmente una pandemia, entendiéndose la misma como la propagación mundial de una nueva enfermedad, lo cual implica en un primer término, un padecimiento físico causado por un virus, que puede llevar hasta la muerte, y que es extremadamente contagioso.

 

En México, el derecho a la Salud se encuentra consagrado en el artículo 4 Cuarto Párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con la categoría de derecho humano, es decir, es inherente a las personas por su simple condición de seres humanos, por lo que debe ser garantizado por el Estado, cuya función administrativa recae en el Poder Ejecutivo, pero, todos los órganos del poder público deben participar para su cumplimiento, pero ¿qué ha hecho el Gobierno de México para combatir la pandemia de COVID-19, Coronavirus?, para responder lo anterior, debemos recordar que en los Estados Unidos Mexicanos, es voluntad del pueblo constituirse como una república representativa, por lo que, para que la forma de gobierno republicana cumpla su cometido, es indispensable que el pueblo cuente con libertad plena, por lo que el Gobierno debe respetar la libertad de cada individuo, siempre y cuando no cometa actos antijurídicos o típicos que rompan el equilibrio social, es decir, no puede utilizar el imperium del que está dotado en contra de la libertad del individuo.

 

En ese sentido, se han emitido diversas disposiciones administrativas dirigidas a la población, para evitar los contagios masivos y evitar el colapso de los servicios de salud; la noticia de la pandemia mundial no nos tomó por sorpresa, pues los contagios se fueron dando de manera gradual en diferentes países, y en nuestra entidad, el 25 de marzo del año en curso, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca, emitió un decreto dictando las medidas urgentes y necesarias para la conservación de la salud pública en el Estado, así mismo, el treinta de marzo del presente año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo por medio del cual se declara como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, a la epidemia de enfermedad generada por el Virus SARS-Cov2 (COVID-19), así como las Medidas de Seguridad Sanitaria dictadas por el Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud; el 21 de abril del año en curso, el Poder Ejecutivo Federal declaró oficialmente por iniciada la fase 3 por epidemia de COVID – 19 en México, dictando medidas preventivas como  “Susana Distancia” la suspensión de actividades no esenciales, y el aislamiento voluntario, pero, para la debida aplicación de estas medidas, resulta indispensable que el pueblo esté enterado de las mismas, por lo que diariamente, a las 19:00 horas, el Subsecretario de Prevención y Promoción de Salud de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, Doctor Hugo López-Gatell Ramírez, da conferencias pormenorizadas del avance de la pandemia por COVID-19 en México, aunado a la difusión constante de las citadas medidas, las cuales son muy sencillas de aplicar y que debería convertirse en hábitos de higiene: lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o utilizar soluciones a base de alcohol gel al 70%, utilizar el estornudo de etiqueta, que consiste en cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable o con el ángulo interno del brazo, no escupir, no tocarse la cara con las manos sucias, limpiar y desinfectar superficies y objetos de uso común, quedarse en casa cuando se tienen enfermedades respiratorias, evitar el contacto con personas que tengan enfermedades respiratorias, de igual forma, se habilitaron 4 hospitales en el Estado de Oaxaca para la atención de casos graves de COVID-19.

 

Sin embargo, es una realidad que existen afectaciones emocionales, psicológicas e incluso sociales por el temor lógico que se deriva de la pandemia por COVID–19, alimentados por la superstición, la ignorancia y la mala fe que se desprenden de la difusión de noticias falsas, y mientras como sociedad no seamos responsables con las noticias que creemos, y difundimos, esta “enfermedad social” continuará creciendo, teniendo terribles consecuencias, como lo es la agresión al personal médico que desinfectaba las calles de San Antonio de la Cal, Oaxaca precisamente para evitar la propagación del Coronavirus, causando daños al Palacio Municipal, o los habitantes de la población de Venustiano Carranza, Chiapas que quemaron un hospital y la casa de la madre del Gobernador bajo la falsa creencia de que la pandemia es una farsa y el Covid-19 es un invento del gobierno;  si no nos educamos, no existirán acciones de gobierno suficientes para ser un pueblo sano.