Migración de valores
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Entre columnas

Migración de valores

 


La proyección psicológica, nos enseña que lo que nos molesta de los demás, es un reflejo de nosotros mismos y pareciera que tal circunstancia adquiere plena vigencia en relación a los fenómenos migratorios, pues existen mexicanos que aún se encuentran ofendidos por la postura que tomó en la materia el hoy presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien cuando se encontraba en campaña, expresó abiertamente su rechazo a recibir a los migrantes latinoamericanos, refiriéndose hacia ellos como delincuentes e incluso prometiendo la construcción de un muro en la frontera con México, el cual, a su decir, sería pagado por los Mexicanos.
En reiteradas ocasiones, he sostenido que parte de nuestra naturaleza es ser seres políticos, es decir, contar con la capacidad de crear estructuras complicadas de convivencia, y someternos a ellas, y así es como creamos el Estado, como una abstracción hecha a nuestra imagen y semejanza, caracterizándose por ser una sociedad legalmente establecida en un territorio determinado, con una forma de gobierno definida y contar con un ordenamiento jurídico que la rige, pero, pareciera que los seres humanos ponderamos algunos valores sobre la propia vida, como es el nacionalismo, el cual, llevado a extremos viciosos, puede generar xenofobia, que es el miedo, rechazo y odio hacia los extranjeros, y que ha sido característico de regímenes fascistas, racistas y totalitarios, que han adoctrinado ideológicamente a pueblos enteros, generando rechazo y desprecio a quienes consideran diferentes por haber nacido en otra cultura, a lo cual, la historia nos ha enseñado que dicha postura solamente genera miseria y dolor, legitimando crímenes lesa humanidad bajo la idea que se pueden exterminar culturas enteras en defensa de lo que consideramos nos pertenece por nuestro mal entendido nacionalismo, y como ejemplos recientes podemos citar los genocidios cometidos en la Alemania Nazi, Ruanda, y Bosnia, o la separación de familias enteras realizada por el gobierno de Donald Trump en la aplicación de una política migratoria contraria al respeto de los derechos humanos.
La migración humana es un fenómeno social consistente en el movimiento de población para dejar el lugar de residencia para establecerse en otro país o región, generalmente por causas económicas o sociales, y por sus condiciones geográficas, los Estados Unidos Mexicanos, es un país de tránsito, pues la mayoría de los migrantes tienen como destino los Estados Unidos, pero ¿Qué establecen nuestras leyes? El artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que es nuestro máximo ordenamiento jurídico y que consagra el pacto político social entre todos los mexicanos, refiere que : “En los Estados Unidos Mexicanos, todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos por esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquiera otra que atente contra la dignidad humana”, entonces todo ser humano que ingrese a nuestro país, por su simple condición de ser humano, debe ser tratado de manera digna; nuestra nacionalidad nos sirve para ejercer nuestros derechos políticos, pero esta condición no debe utilizarse nunca para afectar a otro ser humano, sin importar su origen.
Actualmente existe una caravana de hondureños que pretende transitar por nuestro país, situación que ha sacado a la luz nuestro lado más obscuro y egoísta, pues ya circulan en redes sociales “fake news” y discursos de odio hacia personas que simplemente están buscando mejores condiciones de vida, razón por la cual se está generando un postura de rechazo tan radical, como la que criticamos de nuestros vecinos del norte, bajo el temor que llegarán delincuentes a nuestro estado, o que nos quitarán oportunidades de trabajo, situación que también resulta errónea, pues el ejercicio profesional también se encuentra regulado, en primer término por la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, que es la que en su caso lleva el registro de las cédulas profesionales necesarias para ejercer diversas profesiones; ahora bien el Ejecutivo federal, a través de la Secretaría de Gobernación cuenta con un órgano administrativo desconcentrado que es el Instituto Nacional de Migración, que es el encargado de aplicar la legislación migratoria vigente, por lo que para que un extranjero pueda trabajar en el país, debe contar con los permisos correspondientes.
En ese sentido, es de reconocerse que el pronunciamiento vertido por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es correcto al ofrecer un plan de visas de trabajo para el desarrollo de los migrantes centroamericanos, pues, salvaguarda la dignidad de nuestros hermanos latinoamericanos y nos da certeza a los mexicanos que las personas que ingresen a México, será productivas; es por eso que antes de fortalecer nuestro nacionalismo, debemos crecer como seres humanos, por lo que, parafraseando a Mercedes Sosa: “Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente”
Twitter: @jaivelmar
Facebook: jaivelmar.
[email protected]