¡Fuera porros UABJO!
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Opinión

Entre columnas

¡Fuera porros UABJO!

 


* ¡Fuera porros de Derecho!

El Instituto de Ciencias y Artes del Estado, hoy Universidad Autónoma “Benito Juárez de Oaxaca”, particularmente la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, forman parte de la historia del estado de Oaxaca por haber sido alma mater y centro de formación académica e ideológica de grandes juristas que ha otorgado Oaxaca a los Estados Unidos Mexicanos, y por supuesto, al mundo, como es el caso de Benito Pablo Juárez García, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, Fausto Moguel Bustamante, Emilio Rabasa Estebanell, Rafael Reyes Spíndola, entre otros.
Y no solamente me refiero a la historia académica, pues desde su fundación, el 8 de enero de 1827 por profesores liberales españoles, introdujo carreras liberales en Oaxaca que serían un contrapeso claro del Seminario Conciliar, precisamente por su sistema liberal y educativo tan completo, razón por la que en su tiempo fue muy atacado y difamado, evolucionando paulatinamente, como deben evolucionar las instituciones que deben adecuarse a las circunstancias sociales del estado, pues en 1931 logra su autonomía, convirtiéndose así en el Instituto Autónomo de Ciencias y Artes, y en 1954 se presentó la propuesta para ser elevado al rango de universidad, estableciéndose así por decreto en 17 de enero de 1955, siendo siempre semillero de ideas liberales llevadas a cabo por la juventud estudiantil.
Salvador Allende, en su discurso dado en la Universidad de Guadalajara el 2 de diciembre de 1972, mencionó una frase que claramente podría aplicarse de manera constante en todos los movimientos sociales juveniles, por lo menos de la actualidad: “…uno se encuentra a veces con jóvenes, y los que han leído el Manifiesto Comunista, o lo han llevado largo rato debajo del brazo, creen que lo han asimilado, dictan cátedra, exigen actitudes y critican a hombres, que por lo menos, tienen consecuencia en su vida. Y ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica; pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse como revolucionario, en una sociedad burguesa, es difícil…”
Es así que en México, los jóvenes universitarios han sido actores de diversos movimientos que han hecho que evolucionemos como sociedad, quizá el más representativo que tengamos en nuestra memoria sea el que se realizó en 1968 por estudiantes de diversas universidades, como lo son: la Universidad Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, el Colegio de México, la Escuela de Agricultura de Chapingo, entre otras, el cual fue caracterizado por el Estado mexicano durante la gestión presidencia de Gustavo Díaz Ordaz como un intento de derrocar al gobierno e instaurar un régimen comunista y lo criminalizó calificando a los estudiantes como delincuentes, terroristas y un peligro para la sociedad, llevándose así, un día como hoy, pero hace exactamente 50 años, una matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, disolviéndose así el movimiento en diciembre de dicho año; siendo que en esa época, Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos eran estudiantes de la UNAM, mientras que Ernesto de Zedillo Ponce de León era estudiante del Instituto Politécnico Nacional; de igual forma, en Oaxaca, en 1977 también tuvimos un movimiento estudiantil que culminó con la solicitud de licencia del entonces Gobernador, Manuel Zárate Aquino, siendo que durante el periodo de 1976 a 1978, los rectores fueron: Guillermo García Manzano, Celestino Gómez Soto, Manuel de Jesús Ortega Gómez, Marco Antonio Niño de Rivera Velázquez y Felipe Martínez Soriano.
Y con todo esto, ha surgido una figura de control de poder de facto: el porrísmo, que no es más que las acciones de grupos estudiantiles de choque, azuzamiento y hostigamiento, en un inicio utilizados por el gobierno para infiltrar y desestabilizar estos movimientos estudiantiles o actuar de manera impune, y que en la actualidad se utiliza por algunas autoridades universitarias para acceder y mantener el poder dentro de la misma, pues se ha manejado el discurso de la autonomía universitaria no como una autonomía administrativa, sino como si se tátara de extraterritorialidad, es decir, como si la universidad fuera un ente excluido del estado en el cual las autoridades civiles no pueden ingresar, situación que es completamente equivocada, el problema es que, al ser creados precisamente como grupos de choque, los porros no se desarrollan académicamente, y en muchas ocasiones son premiados con cargos administrativos dentro de la propia universidad, teniendo como consecuencia una incapacidad latente y un freno al desarrollo de dicha institución.
Y un claro ejemplo lo tenemos con la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma “Benito Juárez de Oaxaca”, precisamente en su Licenciatura, pues el área de posgrado se encuentra dignamente representada por académicos universitarios que han realizado muchas actividades de primer nivel, sin embargo, resulta paradójico que en el mismo espacio académico en el que se instruyeron Benito Juárez y Porfirio Díaz, hoy se tenga como Director a Miguel Ángel Vásquez Ramírez, alias “El Águila”, quien, por lo menos, al momento de su designación, carecía de cédula profesional como licenciado en derecho, y cuya administración se ha caracterizado por la ausencia de actividades académicas, a tal grado que han pasado semestres enteros sin que los alumnos tengan clases, y que de manera impositiva ha violado sus derechos a una educación de calidad, generándole conflictos jurídicos graves incluso al propio Rector, Eduardo Carlos Bautista Martínez, pues por falta de pericia jurídica, han violado una resolución judicial federal de amparo, lo cual se encuentra tipificado como delito y puede incluso provocar la destitución de dichas autoridades académicas, o derivado de sus simulaciones, actualmente catedráticos con una gran trayectoria dentro de la propia universidad, carecen de estudiantes designados para impartir sus clases, lo que al final de cuentas se traduce en perjuicios hacia el estudiantado, siendo sustituidos algunos por “catedráticos” con falta de preparación pedagógica e incluso con falta de conocimiento jurídico, lo que genera que la forma de acreditar las clases sea, comprando sus apuntes, ofreciéndoles dinero o invitándoles a tomar, o por lo menos yo no me imagino a nuestro Rector supremo y moral albureando a los estudiantes, o quejándose de tener que darle clases a hijos de proletarios, y el problema no solamente es académico, sino también administrativo, pues si el alumnado logra concluir su licenciatura, debido a las tomas constantes de oficinas, deberá esperar incluso más de dos años para poder presentar su examen profesional y poder ejercer.
La Universidad es el laboratorio en el cual nos preparamos para ejercer nuestras profesiones y ser útiles a la sociedad, es por eso es tan peligroso enseñar a los alumnos que se pueden lograr objetivos fuera de la legalidad o a través de la simulación del cumplimiento de lo mandatado, más si se trata de la Licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales, cuya trascendencia histórica ha sido puntero en la evolución del estado oaxaqueño, por eso el reclamo de ¡Fuera porros de la UABJO! ¡Fuera porros de Derecho! o por lo menos, fuera de los cargos para los cuales no están preparados.
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