A diestra y siniestra

El Presidente López Obrador, cada mañanera monta su espectáculo a través de un circo de tres pistas, atrayendo y distrayendo en donde desfilan payasos y todo tipo de animales que rebuznan al unísono de su domador que les exige “lealtad ciega”, aunque carezcan de inteligencia alguna, para él es mejor, son más dóciles y maleables sus babeantes seguidores que participan en su teatro oficial de “lágrimas y risas”, salpicado con un poco de odio y de rencor, ocupándose permanentemente los tiempos oficiales y extraoficiales de la radio y televisión, totalmente domesticada por la cuarta transformación (4T), no en balde son concesiones oficiales que se pueden cancelar a la menor indisciplina que se aparte del script oficial.

En este circo maromero expone sus frágiles ocurrencias, pensamientos o caprichos es su forma de gobernar por eso estamos, cómo estamos. Su oportunismo es elocuente, controlando y manipulando con sus mentiras a sus ingenuos seguidores que creen a pie sus mentiras que dice a diestra y siniestra,  pensando que es el paraíso de la 4T que revolucionará al México moderno del nuevo milenio, creyendo que escribe las nuevas líneas de la historia de México; cuando tan solo representa intereses propios y un ego personal insaciable. Arremete contra sus adversarios, la IP, los medios de comunicación, la prensa fifi, los conservadores, quienes son los principales culpables de todo lo mal qué se pasa en su gobierno de la 4T, así como culpa a  todo aquel que no esté de acuerdo con sus ideas y haga crítica de sus acciones u omisiones. Y ni hablar de sus consultas ciudadanas manipuladas que certifican un gobierno a modo, de mentiras,  de caprichos y de su anhelada permanencia en el poder, queriendo alcanzar los más altos rating de popularidad para contabilizarlos en votos para morena y así arrollar en este año electoral.