No se calienten
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Opinión

El Crematorio

No se calienten

 


En la columna de ayer mencionábamos la trayectoria de Alejandro Murat Hinojosa, quien a pesar de su juventud logró escalar con éxito su carrera política, que todavía no termina y que sin duda seguirá en ascenso durante su camino lleno de abrojos y espinas, pues no sólo le tocó una terrible pandemia, así como huracanes, inundaciones, terremotos y serios conflictos sociales, agregado a la presión del chantaje social del que viven cientos de vividores que se escudan bajo el clamor popular y que aprovechan su ignorancia para medrar pegados a la ubre presupuestal y resolver sus problemas económicos, menos la causa de la que se dicen luchar, pues son falsos redentores. 

Murat Hinojosa, lleva cuatro años de gobierno y trabajos sin descanso y es la hora de que aflora las ambiciones de muchos de sus colaboradores y amigos que desean, sucederlo en el cargo constituyendo una serie de deslealtades de quien les invitó a colaborar en su proyecto de estado, pero la ambición humana traducida en deslealtad ha destapado la caja de pandora, con todos sus vicios y enfermedades pues cada quien jala para su corral de acuerdo a sus intereses propios.

Tuxtepec, que hace muchos años, fue escenario del plan tuxtepec que buscaba enderezar los rumbos de nuestra patria y preconcebido de gente honesta, leal y trabajadora; hoy lo revivieron colaboradores del gobernador a quienes les traicionó la ambición e idearon un plan para sucederlo, sin importar la confianza de su Gobernador. Efectivamente ahí convergen personas de escasa calidad moral, encabezados por Alejandro Avilés (Avil-es), secundado por el bisoño e ingenuo dirigente del membrete priísta Eduardo Rojas Zavaleta, alias (lalito) que fue chamaqueado, pues su inexperiencia que aflora a simple vista, pues mal aconsejado por Toño Amaro, Coordinador Estatal de Protección Civil, Dip. Gustavo Diaz Sánchez, Gabriel Cué Navarro, Secretario de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura, Jorge Ilescas Delgado, Coordinador de Giras y su flamante esposa Amairani Valenzuela, secretaria general del PRI, se repartieron los huesos, mientras el gobernador continúa trabajando a pesar de la pandemia, sumando y no dividiendo. 

No se calienten granizos…