Morena acabado por Morena
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Opinión

El Crematorio

Morena acabado por Morena

 


No cabe duda que el enemigo del Movimiento de Regeneración Nacional es Morena, y lo contemplamos con los resultados electorales recientes, donde el partido oficial recibió dos fuertes descalabros en los estados de Coahuila e Hidalgo, por las pugnas internas y los pésimos candidatos postulados en la elección. Vaticinaban el triunfo de cualquier partido, ante los cavernícolas, las divisiones internas y los pleitos del partido de López Obrador. No ganó el PRI, ganó el hartazgo ciudadano que ha visto cómo el lumpen no estaba preparado para gobernar, y como sus tribus amenazan con quebrantar la relativa paz social que gozamos. 

Morena solo ha servido para saciar la famélica ambición de sus militantes, que  han aprovechado el efecto López Obrador para triunfar en las elecciones, pero el pueblo no es tonto y con su voto castiga a aquellos que solo ansían llegar al poder, “para poder y servirse”. Este ejemplo se verá reflejado en las próximas elecciones del 2021, en donde los votantes castigarán la rapiña e ineptitud de aquellos que han llegado al poder, gracias al efecto López Obrador, que hoy se desmorona a votos agigantados.

México está cayendo en un abismo sin fondo, con un gobierno sin rumbo, cargado de odio y rencor, que no busca la unidad nacional sino el poder absoluto, para implantar una dictadura, que ya la estamos viendo venir en forma incontenible e incontrolable. López Obrador ha logrado apoderarse de las instituciones y ha cooptado no solo a los poderes del estado, sino ha neutralizado y aplastado en forma ruin a aquellos que osan contradecirlo o diferir en su forma de pensar.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desde que asumió el poder se ha dedicado a sembrar la división y la discordia entre los mexicanos, en vez de sumar ha dividido y, sobre todo, restando credibilidad a su movimiento, que hoy —de no rectificar su camino— puede repetir sonoros fracasos electorales, como el ocurrido en Coahuila e Hidalgo, pues México exige un presidente que gobierne y trabaje para todos, que siembre la paz y la concordia en un país que hoy contempla un futuro incierto.


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