Mirando al futuro

A lo largo de la historia, las pandemias han tenido consecuencias catastróficas tanto por los daños a la salud y a la vida de las personas, no son solo un número más ni frías estadísticas, así como por sus efectos de desestabilización social, política y económica. La crisis del Covid-19 ha impactado en infinidad de aspectos de nuestra realidad. Por ello, los gobiernos en turno deben reaccionar a estas emergencias y disponer de mecanismos institucionales y normativos avanzados que protejan a todos los ciudadanos adecuadamente frente a las pandemias, así como contar con los mejores asesores y expertos en gestión de crisis, que sean sensibles a la ciencia y no a la política pueblerina que discrimina y divide, sembrando odios y rencores.

El coronavirus ha expuesto nuestro sistema de salud y económico, pues no estaba preparado para riesgos de tal naturaleza. Si ya andamos mal ahora estamos “pior”, siendo que los acontecimientos recientes revelan una mala gestión, una mala coordinación y una pésima dirección política, sanitaria y económica ante la pandemia. Esta experiencia vivida obliga, por responsabilidad, a revisar esos mecanismos jurídicos-políticos-económicos para poder afrontar en el futuro los problemas sanitarios con mayores garantías. siendo urgente que los gobernantes planteen soluciones para México y los mexicanos, pues en tiempos de pandemia solo utilizan el cargo público para enriquecerse o ganar votos y aprovecharse de los votantes en estos tiempos electorales. Pues el aumento de la desigualdad social y el desencanto hacia la política va en aumento y se ha traducido en mayor volatilidad y procesos electorales cada vez más inciertos.

Los mexicanos deben de tener claro donde tienen la brújula a la hora de votar y de cómo reaccionarán ante las urnas, pues es fundamental para saber hacia dónde irá nuestro país en el futuro.